El club de los diferentes

 

Kiko Cabanillas

La “Discapacidad” tiene una vertiente biológico-natural y otra social. Yo, como padre de un niño con Síndrome de Down: Santi y como discapacitado por un traumatismo craneal que me impuso una minusvalía del 74 por ciento, me voy a centrar en lo social.

Respecto a la discapacidad de mi hijo Santi señalaré que es fundamental fomentar las cualidades y la mismidad. Frenar el afecto excesivo. Luchar contra defectos y alimentar virtudes. Socializar. Educar en la higiene. Y animarle cuando  caga.

Ya entrando en mi discapacidad diría que valen todos los consejos anteriores.

Hay que leer muchísimo. Logopeda. Apoyo afectivo y sexual. Tratar de memorizar.

Confiar en el futuro (mejoría). Y disfrutar el presente. Acudir a una biblioteca pública. Y contar con un médico como el gran doctor Pablo Vaamonde. Tener hijos. Intensificar  amistades. Atender marginales. Acudir a un comedor social. Consumir hachís moderadamente. Realizar ejercicios de ubicación geográfica.

Potenciar la cultura como vertiente espiritual de la curación. Espiritualidad. “Pon un Santi en tu vida”. Sus comidas favoritas para todos.

En cuanto a la doble discapacidad: La de Santi y la mía:

Retroalimentarse espiritual y afectivamente. “Tus mejoras son las mías”. Disfrutar de la exclusividad afectiva por la marginación social.

A ver ¿Quién es más diferente, tu o yo? “Quierete mucho y cállate”.

No hay defectos sino diferencias.

“La luz de  tu mirar”.

Kiko Cabanillas, periodista y escritor, está galardonado con la Medalla de San Isidoro de Sevilla de la Unión Nacional de Escritores de España.