Encarna Recio a Hipólito Romero: “Hoy recoges la siembra de cada día”

Felicitación de la autora leída en el acto de entrega de la Medalla de San Isidoro de Sevilla

Hidalgo caballero “Almadenense”

Tú que sabes del esfuerzo, de la tenacidad y de la entrega.

Tú que conoces los caminos espinosos de la constancia y que nada te ha llegado regalado.

Tú que has ganado batallas que parecían imposibles y que te enfrentaste a ellas,  con valentía y sin miedo a la presión de este  mundo tan yermo.

Que bordas con tus manos poemas y esculturas doblando el acero.

  que la poesía es tu horizonte juntamente con la fe que Dios te ha dado.

Y que en momentos de flaqueza, cuando no te queda ánimo para comenzar, partes de nuevo con más fuerza.

Cuando después de los fracasos te has dado cuenta que estás otra vez en el mismo punto de partida, buscas ideas licitas y seguras para seguir caminando de nuevo, entonces, levantas el vuelo basando tu historia en estables cimientos.

Tú que sabes bien de estas cosas y por eso, trabajas sin descanso, sigues hablando de esperanza y de reposición en el paraninfo de tú horizonte.

Hoy la UNE, te otorga la medalla  de “San Isidoro de Sevilla” Por tu trayectoria profesional y humana, como reconocimiento.

Es verdad que en esta vida a veces no somos reconocidos, pero tu legado queda esta noche patente y bien merecida, por esa labor que haces sin escatimar esfuerzos, ni horas, ni días.

Y  aunque  tu vida  ahora es para ti un sendero de poesías, ya vez… hoy recoges un poco la siembra de cada día.

Hoy, Hipólito, me faltan las palabras para decirte esas cosas que casi nunca se dicen, y que siempre agradan.

Y ahora, estás felizmente jubilado, ya dejaste atrás la prevención de  riesgos laborales, los informes, las prisas, y el stress, para dedicarte por completo a tu gran ilusión, la Radio, la Escultura, y la Poesía.

Después, empezaste a faenar con ganas y sabiduría en el Foro Poético de la Región de Murcia, donde cada noche los poetas cual pajarillos a tu lado aparecen, para leer sus poemas.

Hombre  que entiendes del arte, conocedor de mil ciencias, Dios te dotó de esos dones para que los pusieras en las manos de aquellos, que te necesitan, y así lo haces, con una dedicación desmedida.

Eres un hombre generoso, la humildad es tu bandera por los caminos del mundo vas socorriendo aquel que lleva, su cruz a cuesta.

Compañero en la alegría, vas capeando al dolor que es la mejor medicina que nos recetó el buen Dios.

Trovador de lo imposible, peregrino impenitente que vas recorriendo  senderos sin detenerte, buscando la manera de conseguir la Paz que tanto pretendes.

En el mar buscas la calma, para aplacar el horror de las guerras que nos asolan en todo nuestro alrededor.

Te paseas por la arena como un peregrino errante y dibujas en ellas tus bellas figuras, ya que en tus manos tienes los colores del arco iris.

Modelas con el hierro hermosas esculturas y captas en los parajes el espíritu del viento, de las flores y del néctar como alimento.

El timón de tu barco agarraste para que no se encallara en la furiosa corriente de este mundo que nos envanece.

Has sembrado en tierra fértil valores incalculables, aunque a veces las mareas también iban por delante.

En tus libros nos dejas tu legado más hermoso, historias de amantes locos, las cotidianas manías, de la guerra y del amor… así nacen tus poesías.

Tienes como arma la palabra, como refugio la acción, y como única forma, siempre dando el corazón.

Cuando te sientas cansado, no tienes más que mirar todo lo que has conseguido con tu gran tenacidad.

Este hombre Hipólito Romero Hidalgo con mucha fe  y grandes esperanzas hoy porta orgulloso la “Medalla de San Isidoro de Sevilla”  un  reconocimiento sentido  y  merecido.

Sigue por esos caminos donde Dios siempre te espera para acompañar al triste en sus noches en vela…así es como sienten, cómo ríen, cómo lloran…los  poetas.

Y si los héroes son buenas personas, algunos se convierten en eternos.

Yo tengo delante uno, y sé bien, lo que estoy diciendo.