Abstraer banalidades
Vivir es abstraer banalidades
colgadas del blog de los recuerdos,
un cúmulo de ciertas realidades
que puedan parecerse desacuerdos.
Si pienso las caricias de tus manos
perfumes de magnolios sempiternos,
los besos que resultan soberanos
aunque estén reviviendo en los avernos.
Viviendo la pasión que guardo dentro
te veo recostada entre la almohada
el perfume de flor ilusionada
sintiéndote del todo mi epicentro.
La vida es el morir todo por nada,
un cúmulo de amor de madrugada.
Los predicados
Es difícil cumplir tus predicados
peticiones absurdas,
disentido,
como ciertas
carencias a ambos lados
sin que alberguen
inmensos contenidos.
Si es de noche
quisiera fuera día,
por la noche ocasos,
madrugadas,
como quien diseña
acaso poesía,
sabores de pasión
azucaradas.
Miradas de lujurias
desterradas
pensamientos
callados, viscerales,
pobladores de
instintos terrenales
que pueden resultar
casi alocadas.
No quiero
sorprenderte, primavera,
son sueños del vivir en la quimera.
Sinalefa
Sinalefa, canción desesperada
que guardo en los profundos manantiales
y no es en singular, son los plurales
de lo que fue canción tan trasnochada;
conociste aquella estrofa deseada
que vive en los recuerdos abismales
sonando en los conjuntos terrenales
de músicas un tanto adulteradas.
Sabores, esos son los que recuerdo
como aquellas nubes aun soñadas
de aquel pasado incierto que me pierdo
en un montón de las horas deseadas
con el pasar del tiempo no concuerdo,
blasones de canciones añoradas.
Mi espacio
No se si lo que quieres es mi espacio
o tan solo un repaso a mi recuerdo
es el tiempo que hace un comentario,
que en algunas situaciones remuerdo.
Si quieres te lo dejo todo entero,
quizás nunca sabrás si es madrugada
tú presencia a mi lado es lo que quiero
al final de cada absurda jornada.
Un posible, tal vez un hasta cuando,
si es que quieres me dejas un mensaje
ya que sabes que te sigo esperando
porque que eres ,bien lo sabes, el paisaje
que riego con cariño en cada estando
si es que el tiempo se queda reposando.
El desván del tiempo
En el desván del tiempo te he guardado
oculta entre las cosas importantes
inmersa alrededor de los instantes
que algún dios caprichoso me ha robado.
Al fondo de un recuerdo envenenado
que habita en la oquedad de los estantes,
te mezclas con extraños habitantes
del mundo inaccesible del pasado.
Pareces tan volátil como el humo
en cambio todo te hace necesaria;
detrás de esa apariencia tan precaria
hay algo inapreciable que presumo;
no giras entre las líneas usuales
que solo el sueño viste de normales.
Es esta carretera
secundaria
que lleva lentamente a mi destino
la distancia hasta el fin de aquel camino
en el tiempo ya fuera extraordinaria;
la transformas en
pasos necesaria
con la marca, las
muescas de asesino,
el sonido cercano
que imagino
al vivir en la mar
fuera precaria.
Si rompieras este
aire a barlovento
el sentido golpea la ventana,
ya sería principio
de semana
arropando gentil mi sentimiento.
Es la curva profunda
de la vida
que nos deja el
sabor a despedida.
Ausencias
Las ausencias encienden a intervalos
inmensos manantiales de dolores
son productos de aquellos sin sabores
sentidos en la noche como escalos;
fueron leves, pequeños varapalos
como intenso susurro de las flores
que dañan hasta incluso los honores
pudiendo parecernos casi escualos.
Si te vas no comentes hacia donde
tampoco cuanto tiempo estás ausente
de que agua beberás ni de que fuente
el saber ni el sabor del que se esconde.
No me enciendas la vela del pasillo,
te conservo guardada en mi castillo.
Este mundo irreal en el que vivo
al que de cuando en vez yo le prohíbo
por si fuera a causarme un contratiempo.
Es la mente que vuela silenciosa
sin que nadie pudiera controlarla
a intervalos distante, cadenciosa,
por saber aún no sé ni cómo usarla.
Me despierto flotando en el espacio
me arropa la caricia de una nube
en constante vaivén de baja y sube
que diría me tiene en un palacio.
Espérame, no marches Luna mora,
mis sueños son la Caja de Pandora.
Enredada en la rima de un soneto
se columpia la estrofa consentida
resulta corazón, la más querida
pudiendo realizar lo que prometo;
de sueños lo contemplo tan repleto
un amor como impávida, sentida,
para curar a besos esa herida,
si quieres te la cuento hasta en secreto.
Los tercetos queridos y soñados,
los cuartetos serán de agacadabra
que contengan tan solo la palabra
y puedan resultar hasta sentidos.
Ya termino, catorce y está hecho,
me marcho tan ufano y satisfecho.
El muerto cobró vida
Por más que se afanaba el caballero,
la chica nada, no…que no sentía,
llevaban con el acto todo el día
y estaba ya cundiendo el desespero.
La plaza se encrespó con el torero
y el pobre del zagal se consumía
buscando la reacción mientras gemía
en un rincón del baño lastimero.
“Señor, que tú justicia me ajusticie
con otra pena menos tormentosa,
el yugo de esta enorme y dura losa
que aplasta mi sagrada superficie.”
Tan honda su oración y tan sentida
debió ser que el muerto cobró vida.
Si te bebes la vida poco a poco
a sorbitos, con tragos muy pequeños
y sonrisas que lanzas como un loco
en la hoguera de luz del que queremos;
no le cierres la puerta a casi nada,
es absurdo que hagamos lo contrario
solo un cuando dormido en la alborada,
te disfrazas de poeta carcelario.
Mes de abril, no adelantes por la izquierda
ya que el tiempo se torna en algo absurdo
irascible y pregunta si es tan burdo
de tal modo que hace que me pierda.
Uno menos ya queda para irme,
mañana deja al fin que lo confirme.
De esta forma
De esta forma recorro a cortos pasos
a hurtadillas, mirando a tu cadera,
como ese aire del Norte que estuviera
de visita por todos los Parnasos.
Si quieres me trasformo en los ocasos
por abrazar tu cuerpo desde afuera
o quizás escondido en la escalera
siguiendo de este modo así tus pasos.
Te propongo que vivas a hurtadillas
este amor que es platónico, lo sabes,
también puedo dejarte hasta las llaves
besando de mil formas tus mejillas.
Terminando va este sueño deseado,
si quieres te lo cuento aquí, a mi lado.
Entre sueños
Entre sueños salvajes me he perdido
El vivir
El vivir tiene siempre un hasta donde
que limitando el tiempo en su carrera
nos va señalizando lo que esconde
aun sin saber decir lo que perdiera.
Nunca indicará el tiempo que nos queda
tampoco a de marcar las circunstancias
acaso nos dirá lo que suceda
a las que damos pocas importancias.
Un día nos sorprende de improviso
la parca mal vestida y despeinada
apenas atacando y sin aviso
abrazada a la fría madrugada.
Aurora sideral, si me acompañas
te dejo un pedacito de mi almohada.
El tacto del agua
Hasta el tacto del agua es diferente
antaño lo sentí como guirnalda.
Ciento volando
Son los ciento volando que hoy escribo,
es la rima rimada en serventesio
la magia que plasmada en este libro
con aires de traslado al Polinesio.
No preguntes porque ni que motiva
un conjunto de absurdas pinceladas
si al compendio distante que describa
el cálido mirar de las miradas.
El pincel bien sujeto entre los dedos
y los ojos clavados en la nada
soñando los colores de alborada
tapados con la distancia del miedo.
Como será aquel trazo que imagino,
ausente caminar del peregrino.
Desnudar palabras
Desnudaba palabras la otra noche,
que vive encadenado a tu palabra.
Desierto imaginario
Estrofas del silencio
Jugamos con estrofas de silencio
tu morada, la torre del castillo.
Buscar un motivo
El buscar un motivo necesario
Alisar
Alisar hoy tu pelo mal peinado
en mis manos quisiera tus cabellos.
El grito de la paz
La paz fue quien gritó “ya no más guerra”,
sólo lee este soneto, amiga mía.
Me gusta
Me gusta recorrerte con la vista
y cuando me apuñales me embeleses.
Sueños
Sueño noches tempranas a tu lado
ni tampoco su sabor a despedida.
Esa piel
Esa piel con perfume de manzana,
reina mora, mi bella poesía.
Hojas muertas
El otoño que hoy viene a visitarte
anochece, después la madrugada.
Los trozos a este tiempo
Le robaré los trozos a este tiempo
y aun no encuentro a quien lo represente.
Cuartetos
La vereda va al camino
Cansado ya de andar tanto camino
El pasillo
El pasillo del tiempo donde vivo
y la vida.., la pura golosina.
Mi regreso
Si esperas mi regreso alborozada
que sin remisión se van hacia el suelo.
El roce de tu piel
El roce de tu piel contra la mía
entrégamelo hoy, me lo apodero.