Eva García Madueño, poemas


El relámpago parpadea

El relámpago parpadea.

El silencio se quiebra en pedazos

como frágil cristal y sus fragmentos

rasgan la carne hasta sangrar.

 

La vida se tiñe de púrpura,

la muerte reclama su parte

del contrato firmado a fuego

en los albores del tiempo.

 

El corazón bombea con fuerza

tratando de mantener intacto

el latido, durante la última batalla,

en la que sólo los más fuertes

 

                                     sobrevivirán.


Despertar

Asistir al nacimiento de la luz,

al despertar de las primeras gotas 

de rocío en la alborada,

al infatigable vuelo del vencejo.

 

Saborear despacio

la primera taza de café, 

degustar el aroma 

del pan recién horneado, 

tomar conciencia 

-despacio y en silencio- 

de las maravillas de un nuevo día.

 

Olvidar el concepto del tiempo 

abarcar la totalidad del cosmos 

en una sola respiración.

 

Respirar sin prisa, pero sin pausa,

conectar con el presente. 

Agradecer el milagro de la vida.


Renacer.


“Ser Espiritual, poesía para el alma"


Dentro del caos busco una rama de olivo

Dentro del caos busco una rama de olivo

un laurel frondoso, un bosque de pinos,

el aroma intenso del eucalipto,

el arrullo de un río.

 

Me detengo ante el alegre canto del mirlo,

un faro silencioso al borde del mar,

la sabiduría de la piedra que contempla

sin juicio el paso de la historia.

 

Dentro del caos camino a la orilla

dónde el océano acaricia con dulzura

las blancas arenas del tiempo.

 

Dentro del caos sigo buscando el verso

la palabra sólida y transparente

una mirada limpia, un cálido abrazo.

La mano que se ofrece con bondad.


Dibujo el contorno dorado de una sombra

Dibujo el contorno dorado de una sombra.

Camino de puntillas

en el borde luminoso de una nube

tratando de guardar el equilibrio

para no caer definitivamente

en el interior de la lluvia.

Habito entre las briznas

de luz anaranjadas

que cada tarde nacen y mueren

en el eterno baile de los planetas.

He abierto una ventana en mi pecho

para que el sol inunde el espacio

donde aún persiste la humedad,

y evapore las huellas de la feroz tormenta.


“Origen, la memoria del agua”


África

A ves del paraíso sobrevuelan tus cielos.

F eroces y salvajes se incendian cada tarde

R ugiendo como fieras hambrientas de esa luz

I ncandescente y rota que habita en la sabana.

C repúsculo poblado de pieles que desean

A brir surcos de sal entre nuestras orillas.


Del libro “Origen, la memoria del agua”

Eva García Madueño es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.