El silencio se quiebra en pedazos
como frágil cristal y sus fragmentos
rasgan la carne hasta sangrar.
La vida se tiñe de púrpura,
la muerte reclama su parte
del contrato firmado a fuego
en los albores del tiempo.
El corazón bombea con fuerza
tratando de mantener intacto
el latido, durante la última batalla,
en la que sólo los más fuertes
sobrevivirán.
Asistir al nacimiento de la luz,
al despertar de las primeras gotas
de rocío en la alborada,
al infatigable vuelo del vencejo.
Saborear despacio
la primera taza de café,
degustar el aroma
del pan recién horneado,
tomar conciencia
-despacio y en silencio-
de las maravillas de un nuevo día.
Olvidar el concepto del tiempo
abarcar la totalidad del cosmos
en una sola respiración.
Respirar sin prisa, pero sin pausa,
conectar con el presente.
Agradecer el milagro de la vida.
Renacer.
“Ser Espiritual, poesía para el alma"
Dentro del caos busco una rama de olivo
un laurel frondoso, un bosque de pinos,
el aroma intenso del eucalipto,
el arrullo de un río.
Me detengo ante el alegre canto del mirlo,
un faro silencioso al borde del mar,
la sabiduría de la piedra que contempla
sin juicio el paso de la historia.
Dentro del caos camino a la orilla
dónde el océano acaricia con dulzura
las blancas arenas del tiempo.
Dentro del caos sigo buscando el verso
la palabra sólida y transparente
una mirada limpia, un
cálido abrazo.
La mano que se ofrece
con bondad.
Dibujo el contorno dorado de una sombra
Dibujo el contorno dorado de una
sombra.
Camino de puntillas
en el borde luminoso de una nube
tratando de guardar el equilibrio
para no caer definitivamente
en el interior de la lluvia.
Habito entre las briznas
de luz anaranjadas
que cada tarde nacen y mueren
en el eterno baile de los planetas.
He abierto una ventana en mi pecho
para que el sol inunde el espacio
donde aún persiste la humedad,
y evapore las huellas de la feroz tormenta.
“Origen, la memoria del agua”
A ves del
paraíso sobrevuelan tus cielos.
F eroces y
salvajes se incendian cada tarde
R ugiendo
como fieras hambrientas de esa luz
I ncandescente
y rota que habita en la sabana.
C repúsculo
poblado de pieles que desean
A brir surcos de sal entre nuestras orillas.
Del libro “Origen, la memoria del
agua”
Eva García Madueño es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.