Festivales musicales del estío en Galicia

Artículo de Julia María Dopico Vale

La música en su diversidad de géneros y estilos puede convertirse junto a su propio disfrute en un “leitmotiv” para conocer nuevos entornos, lugares, paisajes…algo que tenemos presente en Galicia, para muchos el fin del mundo, puesto que en la antigüedad se pensaba que la tierra terminaba aquí, en el cabo situado en la costa atlántica, a partir del cual ya no existía nada salvo las aguas inaccesibles y sombrías del “Mare Tenebrosum”. Esta tierra de misterios que merece ser conocida y admirada por su gran belleza y también a través de los distintos festivales musicales que se celebran a lo largo de su geografía y que se celebran en el solaz veraniego, cuando los días son más largos, las noches más claras y el clima más benigno, marcándonos nuestra brújula musical singulares destinos que nos llevaron primero a la Ribeira Sacra, entorno considerado “uno de los secretos más guardados de la Galicia interior”, zona entre ríos que concentra el mayor número de monasterios románicos de España, ubicados en laderas en las que se cultiva la vid que produce vinos como el “Amandi”, ya conocido por los antiguos césares de Roma que lo reclamaban para su consumo mandándolo transportar al Imperio desde la lejana Gallaecia. Un lugar que forma parte del Patrimonio de la Humanidad en dónde se celebró entre el 20 y el 30 de julio, LA VII EDICIÓN DEL “17 ⁰ RIBEIRA SACRA”, un festival de experiencias que reúne patrimonio, gastronomía y música, destacándose especialmente el clásico concierto que transcurre en catamarán “Música Abordo”, en el que la música resuena atravesando los cañones del Sil, garganta excavada por el río de aguas sinuosas. Un festival que recibe el reconocimiento al mejor festival de pequeño formato en los “Iberian Festival Awards 2022”.

En la mítica Compostela, la ciudad más cosmopolita de Galicia y centro principal de peregrinaje de la cristiandad  junto a Roma y Jerusalén,  cuyo casco histórico alberga la imponente Catedral y plazas tan emblemáticas como la del Obradoiro la principal y más famosa de la capital gallega, la de la Quintana a de vivos e a de mortos, la de Plaza del Toural… y decenas de iglesias, conventos y palacios románicos, góticos y barrocos, se celebró el XIII FESTIVAL PEREGRINOS MUSICALES, que contempló tanto actuaciones de jóvenes promesas de la música de cámara como conciertos de artistas de talla internacional, resultando la jornada central el 11 de julio con el tradicional concierto de solistas acompañados por la orquesta gallega más universal, la Real Filharmonía de Galicia; un concierto de excelencia en el que pudimos escuchar obras de grandes autores como Camille Saint- Saëns, Schumann, uno de los compositores más representativos del Romanticismo musical europeo o Anton Weber.

Nos condujo después nuestro destino musical a “A Mariña Lucense”, al Norte de la Provincia de Lugo, “na beira do mar”, a la orilla del Mar Cantábrico, entorno versátil, inexplorado y sorprendente de nuestra tierra, con vestigios arquitectónicos como la Basílica de San Martiño de Foz, considerada la catedral más antigua de España, o Pazo do Conde de Fontao, residencia cuyos orígenes se remontan a mediados del S. XVI o la Catedral-Basílica de la Asunción de Mondoñedo. En este contexto se celebró el X FESTIVAL BAL Y GAY, tomando el nombre del musicólogo y compositor lucense Bal y Gay (1905-1993), que inició en su tierra la andadura musical que lo conducirá después a la madrileña Residencia de Estudiantes en donde descubre la música de vanguardia con figuras de la talla de Ravel, Stravinski o Manuel de Falla y convirtiéndose en su exilio mexicano en uno de los pilares de la cultura musical de este país. El “Bal y Gay” fue una amplia muestra de música de alto nivel que hace que el festival se consolide cada vez con más fuerza en el panorama nacional e internacional, clausurándose esta vez en el incomparable marco de la citada Catedral de Mondoñedo, la “Catedral arrodillada”  así denominada por sus perfectas proporciones y su escasa altura  con la música de la Orquesta Sinfónica de Galicia, otra importante orquesta gallega de gran proyección y prestigio nacional e internacional, sonando la música  en el antiguo “ Mindonietum”, monte de fuentes y ríos y cuna de celebridades musicales como Pascual Veiga o poéticas, como Noriega Varela, “ O poeta da montaña”, que supo cantar como nadie la humilde grandeza de los paisajes: “ dos toxales as tenues froliñas/que sorríen, a medo, entre espiñas…”

La celebración del FESTIVAL GROBA, que lleva el nombre del compositor más prolífico de Galicia, Rogelio Groba, fallecido al inicio de este 2023, nos condujo a Ponteareas, al Sur de la provincia de Pontevedra, en la comarca de El Condado, en donde los colores se funden creando un paisaje único y en donde nacía la vocación del artista descubriendo los sonidos de la naturaleza en el recorrido por los caminos de su aldea, Guláns, para comprender después que éstos podían convertirse en la música que sería el motor de su vida: “ componer es la esencia de mi existencia”, decía el Maestro que nos deja como legado más de setecientos títulos que abarcan todos los géneros con su peculiar y personal estilo. Un festival que pone en valor la música del autor de mano de su hijo, Rogelio Groba Otero, violinista, director y fundador y concertino de la Orquesta de Cámara Galega, convirtiendo su villa natal en epicentro de la música de cámara en el que se reúnen intérpretes de los más diversos lugares del mundo. Groba, el compositor que “sueña, describe, imagina, dibuja y modela su tierra gallega a través de los pentagramas”.

Y concluimos este recorrido musical nuevamente en Santiago de Compostela, donde entre el 20 al 24 de septiembre se celebró el FESTIVAL “MARÉ” Festival de Músicas y Artes Atlánticas; un evento que acoge multiplicidad de voces del mundo resultando un mapa común de territorios con Galicia como epicentro Atlántico y que se inauguró con un concierto excepcional en el que se reunieron por segunda vez la Real Filharmonía de Galicia y el cantautor Amancio Prada, la primera fue para grabar y cantar “á nai da poesía galega” en el cd “Rosas a Rosalía”, celebrándose así en nuestra tierra el 50⁰ Aniversario de la publicación del disco de culto “ Vida e Morte”, grabado en Francia en 1973  y circulando  por España en aquellos tiempos convulsos de manera clandestina. Un disco con el que el célebre “trovador del siglo XXI” iniciaba su esplendoroso periplo poético-musical poniendo melodía y voz a expresiones líricas de autores como Miguel Hernández, Celso Emilio Ferreiro, Álvaro Cunqueiro, Rosalía de Castro y García Lorca, ofreciendo de éste, precisamente en la segunda parte del concierto e “in primicia”, la versión sinfónica de los seis poemas que el célebre Federico escribió en gallego. Él mismo afirmaba: “me sentí poeta de la alta hierba, de la lluvia alta y pausada; me sentí poeta gallego”, presentándose aquí sus poemas en forma de suite orquestal como una obra única y continua en seis movimientos con los seis poemas que fluyen con la misma naturalidad que mostró el poeta, orquestados y dirigidos en el Auditorio de Galicia por David Fiuza.

Hasta aquí el relato de estos viajes de mano de la música; si bien hay que señalar que el estío musical gallego da para mucho más, quedando en el tintero otros festivales que no por mencionarse ahora dejan de tener intenso nivel, profunda personalidad y máximo interés, dejando espacio para un próximo relato y estío que invite a los melómanos a seguir nuestras sorprendentes rutas musicales.

Julia María Dopico Vale es delegada permanente de la Unión Nacional de Escritores de España para las Relaciones con la Música.