Nuestros besos verdaderos
Surco los mares
con patente de corso
debido a mi voto de
obediencia,
aquí en lo terrenal
me hiciste volar,
en mi adolescencia
vagaba por el universo
y sufrí un fallo de sistema
por tu ausencia,
mi alma enamorada
te busca luna mía de
ensueño,
allá en lo alto junto a las
estrellas
haremos morada
y reviviremos nuestros besos
verdaderos,
en concreto guardo tan solo
un beso tuyo extraordinario;
que vale por mil amores.
Esmeralda
Mirada felina, ojos
penetrantes,
verdadera mujer, joven
heroína,
tu seriedad femínea es la
prueba,
todo tu ser diáfano,
tu esfuerzo vence a Sísifo,
hablas con el corazón,
efímera tu compañía;
desearía siglos y siglos,
como un rayo tu simpatía,
cordilleras y montañas es tu
vida con sentido,
tu alto vuelo de Águila
habla de destreza,
en la playa descansa tu
alma,
un mar de alegría me
embriaga
un mar de penurias me
destruye.
La chica lectora
Decido tomar un café en el
bar
observo y veo a una chica
que lee
está absorta en la lectura
nada le molesta
no deja de leer
no levanta la cabeza
así todos los días que voy
al bar
me entran unas ganas locas
de leer
ella sin saberlo está dando
ejemplo
está cambiando el mundo
ensimismada con su libro
me hace pensar en aventuras
ella como heroína
inauguraría cientos de
librerías por toda la ciudad
un mar de lectores
darían luz a nuestra existencia oscura.
A Fernando Arrabal
Arrellanado en tu trono
tocas el cielo con tus palabras;
lo cambias de color,
el mar como un rapsoda
recita tu obra, iluminando mentes,
los que cambian el mundo
son dementes o simplemente enamorados,
la gente son espejos
donde te ves como amigo,
sencillez es una de las palabras de la inteligencia,
sinceridad tu arma arrojadiza,
memoria prodigiosa,
apolítico,
tus manos sensibles y creativas,
la divinidad te ha dado un camino fértil,
has gozado de una larga vida,
como poeta has hecho tu cruzada,
ante tu presencia el corazón enternece,
tus amigos son tu reino,
proeza de demiurgo,
riges el orbe
leyendo y escribiendo.
A Sánchez Dragó
Como buen escritor
tuviste algo que hacer;
y lo hiciste,
tuviste que amar;
y amaste,
tuviste algo que esperar;
y la vida te dio una vida plena y larga,
mas no faltó algún que otro sacrificio.
Con un poco de embriaguez
viviste y lo enseñabas.
Enamorado del país del Sol naciente
enamorado del hombre y su libertad.
Gracias a las musas, mas tu esfuerzo
plasmaste en papel
la España mágica.
Combinabas sensibilidad y fuerza,
sexualmente fuerte;
mas no fue vicio.
El cantante cantó lo que salía de tu buena pluma.
Gnóstica tu creencia.
Todos te velaran en tu casa,
en la distancia,
en una tumba en Soria
te lloraran.
Sabias bien que todo está en los libros,
todo secreto está en la cabeza.
Hoy haces tu último viaje
mas no te sentirás defraudado.
Eterna tu sonrisa.
Himno a Orihuela
Mientras la ciudad duerme
tú abrazas la creatividad
buscas la luna al caminar
ya ponen las calles,
después de la alborada
el vuelo de la Oropéndola
dibuja un día de oro
engalanando la ciudad,
el río atraviesa el costado
olor a leña, olor a azahar
amigos son cristiano y
musulmán
de fe fortificada la ciudad.
Ni pobre ni rica
ni grande ni pequeña
un día despertará
y agrandará a España.
Es la hora de la obligación
el mar embravecido, hierve
la ciudad
relámpago en sus fiestas
descansan las alburas almas,
sencillez visten sus
suburbios
los ángeles la custodian
el crepúsculo la envuelve en
sueños
enamorados se ocultan en las
frondas,
ulula libertad la paloma
blanca
concurridas las calles de
farra
cantará de nuevo el gallo
y su cruz brillará cual
rayo.
Ni pobre ni rica
ni grande ni pequeña
un día despertará
y agrandará a España.
Letizia Ortiz Rocasolano, Reina
Mujer de profundo sentimiento
amor recorren tus venas,
sois el fulgor del relámpago
en la noche española,
buscas la libertad en la música,
defensora del último y pequeño a ultranza,
Soberana del pueblo español
que te defiende y te ama, Majestad.
Grácilmente Señora defiendes la Corona
ofreciendo futuro con tu descendencia,
apoyas al Rey Felipe VI,
no queréis la decadencia
de una España desunida y herida
con honor lloráis el dolor de las víctimas.
Princesa Leonor e infanta Sofía
futuro fulgurante para España, tan querida.
Este humilde poeta que le canta
le desea el mejor de los augurios.
Este sencillo ciudadano
dará la vida por ti Emperatriz,
la Corona, Dios y la patria,
defendiendo una España enamorada.
Navidad
Natividad en la infancia y
adolescencia
herencia familiar
revivida en el recuerdo,
dulce sabor.
Cada año se renueva el
Nacimiento:
borra toda amargura.
Más de dos mil años de
Adoración
villancicos, canción, alegre
el corazón.
El mal no tiene poder
ante la triunfante Epifanía.
Recogimiento de Nochebuena
reposan los corazones.
Ansiosa Llegada
el alma halla la calma,
el cristiano ofrece su
oblación,
otro milagro, otra oración.
Advenimiento del niño Dios
que con proeza rige todo el
orbe.
Azotea
Era invierno. A las ocho ya
estaba de noche. Era la hora en que cenaban la recién pareja de casados. Las
cerraduras de la puerta estaban cerradas. Solo una de ellas se podía abrir por
fuera. Fue un cálculo de seguridad que tuvo el marido. Su enemigo lo sabía.
Vivian en un tercer piso. Era un barrio tranquilo rodeado de edificios. A las
diez de la noche ya estaban en su dormitorio, al día siguiente trabajaban.
No había gente en la calle.
Cada media hora pasaba la policía por el barrio. Eran las dos de la madrugada.
Una persona vestida de negro y con pasamontañas abrió la puerta del edificio.
Cogió el ascensor para ir a la última planta, luego subió las escaleras para
llegar a la puerta de la azotea, que pudo abrir sin dificultad. Desde la azotea
se deslizó hacia abajo con una cuerda por el patio de luces hasta el tercer
piso donde dormía el joven matrimonio entrando por la galería. Nadie le vio.
Estaba oscuro y en silencio. Llegó hasta el dormitorio y con su arma con
silenciador los asesinó descerrajándoles varios tiros. Enseguida salió por la
puerta del tercer piso y la cerró con su llave maestra. Salió a la calle y
quiso llegar hasta su coche. De repente llegó una patrulla de la policía.
Ja, acabo de asesinar a esa
pareja de jóvenes que tanto odiaba, sí a esos del tercer piso y los ingenuos de
la policía no lo saben, no se enteran de nada, pensó.
De repente sonaron las
sirenas de la policía. Salieron los dos agentes.
“¡Alto! ¡Contra la pared!
¡No se mueva!”
El hombre de negro no se lo
creía.
“¿Qué ocurre? ¿por qué me
detienen?”
“Acaba de asesinar a un
joven matrimonio.”
“¿Cómo? Yo no he hecho nada.”
Le pusieron las esposas.
Fueron los agentes y el asesino al tercer piso. Esperaron a que llegara el juez
y demás policía.
No tuvo escapatoria. Yacían
en la cama en un charco de sangre los cuerpos asesinados delante de sus
narices.
“¿Cómo me habéis
descubierto?”, dijo el asesino.
“Es secreto”, dijeron los
policías.
Cuando terminó el juez se lo
llevaron a la comisaría y lo metieron en el calabozo a la espera de su abogado.
Los agentes se quedaron
solos.
“No saben que tenemos un
aparato en todos los coches de policía que lee la mente de las personas.”
“Lástima que no le hemos visto antes. Aunque éste va a pasar a la sombra mucho tiempo.”
El conductor de gafas oscuras
Miré por la ventana de mi
habitación a la calle una tarde cualquiera. Faltaba poco para el crepúsculo.
Entonces vi un coche aparcado en doble fila. El conductor miraba de frente con
sus gafas de color negras. Miró hacía atrás. Un coche salió de la esquina de la
calle donde estaba estacionado. En este lugar aparcó el conductor de gafas
negras. Salió de su coche todo chabacano. En pocos minutos llegó otro coche donde
subió el conductor de las gafas oscuras y ambos se largaron del lugar.
Algo ocurre. Esto resulta
sospechoso, pensé.
Llamé a la policía. Le conté
la situación sospechosa. Le di el número de matricula y el color del coche, la
marca del automóvil era difícil de saber. También les comuniqué el nombre de la
calle. Tomaron nota.
Me llamaron por teléfono pasada
una hora. “Ha podido ser una desgracia”, me dijeron. “¿Qué hubiera ocurrido?”,
me pregunté.
“Hemos inspeccionado el
coche y contenía explosivos, era un coche bomba”, me dijeron.
No tuve noticia si detuvieron a alguien.
Hermana Pilar Sánchez Marín
Hermana Pilar Sánchez Marín
Sonrisa luminosa en tus
labios
eterna como la luna,
amando tu amor con primor,
salvando almas con destreza,
llena tu presencia de
gracia,
cautivas almas para la paz.
Sensible en tu castillo
tu baluarte es esmero y
pulcritud,
tu morada de elegancia y
exquisitez.
Valiente soldado nada te
atolondra
a la humanidad has hablado,
tu pecho enamorado,
soles en días de frío,
eminente y sublime tu
rastro,
excelso tu camino,
estrellas al alcance de la
mano
orando,
loable y grácil niña, predilecta
hacía el país
de los sueños anhelados
caminas a los altos cielos.
A José Luis Zeron Huguet
Abres la puerta de la
mansión
con la lectura
sin estar solo ante sublime
aventura.
Sacral ave que alza el vuelo
librándote del cazador
de silencio áspero.
Ante el umbral de los sueños
son hoy tus pasos luminosos.
Has sembrado en los
suburbios
cosechando la sabiduría de
los elegidos.
Perseverante, persistente,
tu fruto repleto de frondas.
Miras la realidad
sin que te desgarre los
ojos.
Sensibilidad y fuerza
combinas.
Tu fuego violento alumbra
almas.
Sin lugar seguro
vuelas como el Halcón
tras la libertad.
Bebiendo en el hontanar,
el viento te hace volar alto
en busca del deseo.
En la tierra has sembrado
versos;
don ofrecido por los dioses,
la palabra es tu arma
arrojadiza,
tu verbo bucólico y
experiencia,
cual lucha contra el
minotauro.
Demiurgo enamorado.
Me contaron en una ocasión, que había un hotel junto al mar, en un reino de nuevo cielo y nueva tierra donde habitaban unos ilustres escritores. El hotel todo de manera estaba ubicado en la orilla de una extensa playa con mar abierto. Uno se deleitaba con el alba y el crespúsculo, con días soleados o con días tormentosos debido al fuego de los dioses. Estaban hospedados Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Federico García Lorca, Miguel Hernández… En cada una de las puertas de entrada a las habitaciones; que eran de diferentes colores, tenían escrito un lema cada escritor: “La muerte es la única verdad”, “Se hace camino al andar”, “pero que todos sepan que no he muerto”, “Mi nombre es barro aunque Miguel me llame”… El hotel contaba con un salón grande que era una biblioteca repleta de libros que daba a un amplio jardín. Todas las noches, después de cenar, uno de ellos era el protagonista para dar una conferencia. Una de ellas tuvo mucho éxito, fue la titulada: “Pensamientos sobre Dulcinea”. Todos ellos, eruditos, estudiaban y llevaban a cabo una investigación sobre las musas.
El servicio del hotel estaba compuesto de querubines, serafines y hadas. La cafetería del hotel era grande y espaciosa con enormes cristaleras. El hotel contaba con una escalera de caracol que daba a una azotea y se podía tocar el cielo con la punta de un dedo. El menú del día siempre contaba con una variedad de bebidas y comidas de diferentes naciones. Todos ellos, clientes y trabajadores vestían de seda. Todas las sábanas de seda. Decían que algunas noches las musas visitaban el hotel y el amor era libre y verdadero. Todas las noches de luna llena tocaba el piano Federico García Lorca y cantaba canciones populares, se olía a jazmín y se oía el canto de las sirenas, sin seducción ni engaño. La mayoría de las noches se iluminaban con la luz trémula de las velas, en otras ocasiones, solo con el ámbar de los griegos. El dueño del hotel era un genio que ofrecía alojamiento a todos los enamorados de la palabra, que anhelaban hacer realidad sus sueños y ansiaban conquistar sus deseos. Decía a toda la gente: “Conoce el significado de todas las palabras para cambiar el mundo”. Dicen que Dios era tan inmensamente feliz y estaba tan contento con este hotel y sus gentes que intervenía para que no se abriera la caja de Pandora. No sé si será verdad, si solo existe en la imaginación, pero, ¿por qué no podría existir un hotel así?
Lonja hortofrutícola de
Orihuela
Antes de despuntar el día
almas laboriosas
abrazan los frutos de
labranza
para su trabajosa venta;
el frío regateo,
picardía de los remitentes
y los clientes.
De la huerta y el campo
a la mesa:
frutos de invierno
frutos de verano.
Arduo trabajo,
en la cantina el descanso.
Herencia de padres a hijos,
¡cuánto calor he vivido!
el poder te expulsó de la
ciudad,
el español no quiere el duro
laboreo,
el rudo labrantío.
La lonja para mí
es un lugar de poder,
me da buena vibración,
el universo sabe
de nuestro espinoso trabajo.
Declina el día
abrazamos el merecido descanso.
Absuelta la verdad
Dedicado a Gerry Conlon
Sitiado sin razón, vencida
la inocencia
presunto culpable al
principio
palabra despectiva arma de
juicio,
tal desconfianza originó la
decadencia.
Corazón de piedra juzgó a
ciegas
de pájaro libre albedrío a pájaro
enjaulado,
de libertad y en soledad
quedó privado,
condenó a la verdad
rechazada entre rejas.
Sin amparo prisionero de la
injusticia
¡¿Cómo explicar a quien no
escucha siendo libre!?
Ante uno mismo un mar de
incertidumbre,
olvidado tras el umbral rejado
en ausencia.
Hoy todo lo ocurrido quedará
en el pasado,
los que humillaron mirarán
al suelo
al oír una voz que clama al
cielo:
¡inocente!, tal veredicto es
el apropiado.
La duda tuvo respuesta al
ser absuelto
se acabó el ser la marioneta
de todos
la puerta grande está
abierta, y ellos,
serán los primeros en saber
lo cierto.
Apartheid
No soy más que tú,
prefiero la unión y la
diversidad.
Leyes injustas y tétricas;
segregan almas
en un cielo enjaulado.
¿Por qué ese odio,
por qué esa violencia?
Altanera indiferencia
ignara conciencia.
No soy más que tú
estás conmigo
en la pena
en lo hondo de mi corazón.
Contrarrevolucionario
Contrarrevolucionario
No creo en una revolución
con fruto de miseria y
pobreza.
He leído a Reinaldo Arenas
y la mirada se hace más
amplia.
El pensamiento es libre,
el mundo interior acoge la
paz,
leer y escribir por
venganza;
por la lucha de nuestra libertad.
Todos somos hermanos
pero con alevosía y
nocturnidad
el enemigo planta cizaña.
Amanecerá un nuevo día,
los astros se alienarán,
las estrellas conspiraran,
nuestra alma unida a la
naturaleza,
nuestra alma unida al universo.
Entre mis brazos
El hontanar
se quería vaciar,
el fuego quería
apagarse,
el viento
no quería soplar,
la tierra
quería ser marchita.
Pero no.
Entre mis brazos
llegaste al paraíso
en un instante,
después de unas sonrisas,
después de una conversación,
te despediste con una mirada
que se apagaba aquí en lo
terrenal,
aunque estás vivo en otra dimensión.
Arcano
“… Y sé que la mano de Dios
guía mi mano”
“… Y sé que el espíritu de
Dios es el guía de mi espíritu”
Walt Whitman
Llorar la Aurora
He sobrevivido a una guerra.
O dos.
En la calle está el combate
por la noche hay más
peligro.
Me gustan los días de lluvia
me dicen que fui feliz,
cada Semana Santa el cielo
llora.
He llorado ante el peligro
aunque me enfrento a
él.
Cada día es un arcano,
he sobrevivido a la noche.
La amenaza no durará cien años.
Nacemos con la incertidumbre
pero algo ignoto poderoso
nos guiará hasta el más
allá.
La lluvia traerá buenas noticias.
Empíreo
Soy un Kamikaze
en busca de lo eterno.
En mi autobiografía
hay un suceso que es
secreto.
Justicia y Gloria
para nuestros muertos.
Almas inocentes
asidas a sus cruces.
Todo obrero
cobra de lo divino.
Cuando la alborada
quiera iluminar mi tumba
piensa en el paraíso.
Allí en lo lejos te espero
donde todo será cierto.
No te lo puedo decir todo
mi amor
es mejor así
y así lo hago porque te
quiero.
Contempla mi casa
Contempla mi casa:
Fenicios navegantes como demás civilizaciones
en busca de riqueza en el barro de España.
Griegos levantinos fundadores de Alicante de su Iberia,
España nuestra.
Roma portentosa, calzadas históricas de su Hispania
huellas en España, tuya y mía.
Rey Godo Recaredo abierto a la cristiandad en mente y
pecho,
será estela eterna.
Teodomiro sembró fruto cristiano pagando tributo.
Cristiandad, judaísmo, islamismo son fuego
marcadas en la faz de España,
avivan las cenizas, la añoranza sefardí,
nostalgia musulmana.
Fiesta mora, fiesta cristiana.
Dejad musulmanes que Tudmir gobierne,
no allanad esta albura tierra con más muerte.
Desde Asturias la resistencia queriendo recuperar el
reino:
Don Pelayo, Jaime I y el Cid magnánimos.
Contempla mi refugio:
Nombres como tantos vientos, tantas épocas:
Orcelis romana,
Auriola visigoda,
Uryula musulmana,
de vuestro río de oro, nuestro río muerto,
fue vuestra, Orihuela nuestra.
Fue una sibila la Armengola auxiliadora,
continua la historia:
realismo de Valencia por Vicente Blasco Ibáñez,
Oriola,
escribió en pluma Gabriel Miró: Oleza, literaria,
Orihuela nuestra, Orihuela Española,
cien años de fruto en nombre de Miguel Hernández,
admira mi tierra, enamorarse.
Santa Juana de Arco
Gloriosa como la estatua de la libertad
tus días azules combatían
contra las tenebrosas tinieblas
amenazada por la urdimbre.
Centinela celeste
vaivenes del mar por tu fe
roca perenne
Dios y tú en el combate.
La traición mató tu cuerpo
pero no tu alma
ya descansas
allá en los altos cielos
donde viven los sueños.
Caminando voy yendo,
sobreviviendo voy yendo.
Yendo voy llegando:
llegando hasta terminar.
Y con una nueva luz
todo como si volviera a empezar.
Pero sin duda nada será lo mismo.
No quiero guerras
ni maltratos.
No quiero una guerra contra terroristas
ni venganza,
ni una guerra legalizada.
Bastante tengo con mi alma atormentada.
No quiero ir a la guerra:
no quiero ser un héroe.
Dejadme con los niños, ancianos y mujeres.
Bastante tengo con las imágenes
de los heridos y los muertos.
Impuesta tara a la carne y al alma.
No quiero violencia ni con la palabra,
ni hermanos asesinados
de cualquier raza.
Guerra, ingente inutilidad
que nunca acaba.
Me queda la duda
como la esperanza.4
Empireuma nº 33
Mundo herido
No quiero llevar
la procesión por dentro,
quiero cambiar el mundo,
en esta vida uno mismo no es nada.
Y si no lo crees:
pregúntale al indigente,
pregúntale al alcohólico,
pregúntale al suicida:
si se rió de ellos la vida…
Mundo bello, eres mi lecho.
Mundo herido, mundo injusto.
Hazme un hueco para cambiarte
Y hacerte más justo.
Heredero
“…Lo prohibido de ayer o dificultoso hacen de los pasos de hoy
que sean cómodos e iluminados…”
José Luis Zerón Huguet.
Fue desde la creación,
se hizo ser en su hermana,
caminará hasta mañana
esquivando la maldición.
Empezar desde la bendita infancia:
retando al error,
provocando temor,
a la desdichada ignorancia.
Heredero testigo más que camina:
y será libre aunque lo encierren,
y estará vivo aunque lo entierren.
Quitarán de su corazón la espina.
Heredero de la tierra,
heredero de la promesa,
invitado a comer a la mesa,
guerreando contra la guerra.
Triste por sus hermanos,
no es enemigo de sus enemigos,
amigo querido, queriendo a sus amigos,
inocentes y débiles sus manos.
Harto de la absurda malicia
pocos saben su secreto.
Acechan perversidad y deslealtad.
Después de caminar, el umbral abierto.
Heredero de la cruel tristeza,
heredero de la enfermedad,
heredero de la muerte,
heredero de la infinita riqueza.
Hoy muy vivo, mañana muerto,
pasado mañana repetición.
Obligado a pagar la obligación:
Heredero de la lealtad, aunque duela.
Heme aquí sólo
Heme aquí solo
en medio de tantas almas,
sentimiento luminoso
porque en la distancia me acompañan.
Imagino sus manos
acariciando heridas
que el rostro refleja.
Caréceme el calor palpable
porque el hombre no es libre.
Como herencia un descolonizado paraíso.
Sóbrame esperanza
porque la batalla
siempre la gana el hombre pacífico.
Y cuando menos me lo espero
me acompaña un amigo.
Amiga vida
“Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor, la de la muerte.”
y al morir resucitar quiero.
Miguel Hernández en la memoria
En la soledad te encontraste
materializando sentimientos en versos
con influjos de luna.
El viento arrastraba tu aliento
en una España escindida.
No considerabas yerto al amor.
Tu ser epígono
te llevó donde no cesa el sueño.
¿Por qué esa discordia
que acecha al pueblo?
Ausente quieren dejar a la vida,
ausente quieren dejar al amor,
mientras acompaña la muerte
en el silencio hiriente
de una realidad de desazón.
La huerta quedó huérfana
llora la higuera al sol.
Cayó el grano de trigo a la tierra
poemas ecuménicos son fruto,
pasando de manos a manos
generación tras generación.
Miguel, yo te imagino
en el más alto pináculo
donde jamás el corazón endureció.
El camino del amor en la vida herida
Suena una bonita canción de amor,
Hay una vida, tú y una herida.
Integración
Este páramo presente
que no siegue la paciencia sembrada.
En el momento tempero
el dolor olvidado y tirado al humus,
pueda leer en la historia
la tenacidad y heroicidad
de ser simplemente amigos
y que haya la única diferencia
de que no haya diferencia,
sea el paisaje el mismo en su diversidad,
sea el paisanaje el mismo,
esté el hombre enamorado
paz sea su siembra
y como fruto:
hermanos todos
de cualquier etnia.
Abra las puertas el palacio de la sabiduría
a la integración.
La condición
Dinero a veces diabólico
más valido que cualquier raza y credo.
El poder está en nosotros,
el poder es fraterno
y no lo sabemos.