Es literariamente saludable embeber algo de los clásicos, aquellos que quedaron en la memoria y el reconocimiento por obvios motivos, y entre ellos, incluyo algunos de casi ayer mismo. Repasé algunos de ellos, y transportado al Siglo de Oro, me he atrevido en su honor a hacer algunas composiciones, entre otras, unos sonetos, emulando y como base, a aquel tan famoso, que a don Lope mandó hacer Violante:
A Don Lope
Difícil
resulta emular a Lope,
más sobre
retos que mandó Violante,
pero
empecé, y voy hacia adelante
sabiendo
son catorce como tope.
Fue
Violante quien puso aquel aprieto
y aunque
nadie me mande ni me fuerce
y si nada
lo impide ni lo tuerce
termino
airoso el segundo cuarteto.
Los he
contado Lope y llevo nueve,
un aire
renovado me transporta,
y ya el
primer terceto, me conmueve.
Y llego al
segundo un tanto subido,
hacer un soneto siempre conforta
sabiendo
son catorce… y he cumplido.
Luna
Serena es mi noche viéndote, luna,
envuelta en luceros en tu destierro,
oteo entre las rejas, desde mi encierro
los cirros que abrazas y el cielo acuna.
Me ciega tu calma, tu luz, tu brillo,
mi rostro mojado de escarcha y brisa,
me anulan al verte congoja y prisas
los cantos del búho y de fondo el grillo.
Tu curva y tus dos picos blanca luna,
envuelta en neblina rozan la sierra
e impregnan de luz, pasión y fortuna.
Otra noche como esta espero verte,
sereno reflejo sobre la tierra
que hiere en la noche de amor y muerte.
José Andreo Moreno es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.