Joaquín Castillo Blanco, poemas


El libro

A Isabel Oliver González

 

El libro ¿es un ladrillo? no, ¿podría

ser un bloque?, ¡podría!, pero no

lo es, ¿es granito?, no, ¿un sillar: cerámico,

de piedra o madera?, no, ¿es una lámina

 

de papiro?, ¡podría serlo!, historia

que no olvidamos. Es el canto y abono

del susurro que alienta lo benéfico,

libro honesto que agita la bocina,

 

de recreos y silencios, arados

de vida del mayor esplendor; cantos

matinales de vientos otoñales;

 

itinerarios y días bordados

con símbolos y teclados abiertos

que ordenan la emoción, razón y anales.


De la letra al libro

“Y lo que estaba oculto seguira oculto

salvo para unos pocos,como yo,

que responden cuando oyen un susurro”

Edward Thomas

La letra unidad gráfica o verbal

va donde la llevan, significado

que unido a su significante es vado

del río con letras de unión tribal.

 

Los individuos ponen en cabal

orden la armonía con afinado

buril que pule y decora abrazado

discurso de entendimiento global.

 

Así, la suma de letras revelan

razones y sentimientos e impactos

de agitación, sosiego o reflexión.

 

Cantos de amor o desamor que velan

el discurso del autor con aciertos

que avituallan al lector su adhesión.


Sujetando la vida

“En vaso ancho y mucho hielo

cualquier licor pierde la vida...”

Rafael Soler

 

Sin duda que “vivir es un asunto

personal” (1), por tal, sujetar la vida

es tarea del humano que anida

lo común y por si mismo es adjunto.

 

Se acomodan los vientos del conjunto

cuyo trapecio es silencio de árida

historia, es vivencia de acaecida

vida que se sustenta en el trasunto.

 

Es el motor que anidan los gorriones,

cantando de mañana y noche en blanco

manto nocturno que ensombrece y duerme.

 

Sujetar la vida aviva y da acciones

que cotizan el vivir como banco

del ser y estar hasta comprometerme.


(1) Rafael Soler


La magia de la poesía

A María Fonellosa

“La magia de la poesía existe

con alma quieta, que alza el vuelo inquieto,

en pro del viajero poeta -quieto,

a sus- amados sueños” (1) cual alpiste.

 

“la magia de la poesía existe...,”

ya con frio o calor no falta su aliento,

el silencio y la ataraxia es el viento

que trae la melodía que abriste.

 

“la magia de la poesía existe...,”

despertando el llanto que duerme e instala

la tonalidad viva que ilusiona.

 

“la magia de la poesía existe...,”

cual expresión del vivir que apuntala

el corazón viajante que anexiona.

 

(1) María A. Fonellosa Causada


Te quiero junco

Te quiero junco porque te deseo

enhiesto, asido a tus raíces, donde

el acto más honorable te brinde

el gozo de tu estirpe sin falseo.

 

Nobleza es rectitud de coliseo,

por ser flexible en lealtad que blinde

su equidad y la franqueza circunde

la aguda vida de todo perseo.

 

La equidad pide generosidad,

por ser gente de justicia y pasión,

donde la verdad son actos de honor.

 

Posición de enhiesta adhesividad,

tolerancia de justo acto y misión,

de cabal ser y estar con pundonor.

 

Justicia y verdad

Justicia y equidad de exacta verdad,

genuina y objetiva, cuyo contorno

no exige de aditamentos ni adorno,

concita el habla y una viva unidad.

 

Verdad pura cuya objetividad,

es justicia sin quimera ni averno,

razón del espacio y tiempo, cuaderno

que encuentra relación con dignidad.

 

Sin adorno es luz en su afinidad,

hoguera de mirada enamorada,

su lozana juventud es laurel.

 

Verdad sin justicia es impunidad,

callada honorabilidad quebrada,

lozana flor, que pierde su ristrel.


Paz

“Hay que aprender a resistir”

Juan Gelman

 

Paz eres tú, soy yo, es aquel, y el otro,

por tal debes funcionar con certeza,

pues la mentira es mezquina, y adereza

maldad, humilla y crea frío en rostro.

 

La persona de Paz cual alabastro,

admite el frío y el calor, con grandeza,

de adverso, cediendo al fulgor, dureza

de quien guarda con humildad su ancestro.

 

Paz, razón de honor, testigo eficiente

cuya ética es de justa inteligencia,

certera ocasión de Paz suficiente.

 

En todo tiempo y espacio, la acuciante

Paz, se extiende con política y apuesta

superior, de eficiencia inteligente.


Justicia-Libertad

Justicia cual principio de verdad,

e ideales de unidad y equilibrio

entre el ser y el estar, con luz de sobrio

honor, guía de vida en sociedad.

 

Libertad, convicción de autoridad

personal, orden y limite, umbrío

que cruza toda esencia del manubrio

del vivir la unidad y afinidad.

 

Justicia y libertad como principios

de vida para saber ser y estar,

que no disocia unidad y verdad.

 

Donde se le une vivencia y humildad

ciencias de tolerancia con derechos

de vida cultivada en sociedad.


Paz y libertad

“...lo que no se dice alienta lo absoluto”.

Ernestina de Champourcin

 

La vida es el resultado eficiente

de Paz y Libertad sin convulsiones,

de actos pasivos y activos, acciones

de razones con emoción que aliente.

 

La convulsión por la Paz es ardiente

disposición en Libertad, bastiones

fortificados en justas mociones

cuyo honor es juramento creciente.

 

Busco la Paz como acto de conducta,

cuya Libertad de acción es lenguaje

de razón y juicio en acto que apresa.

 

Afán cuya causa es obra que afecta,

tacto de Libertad y Paz, carruaje

de unidad cuya vida es justa artesa.


Flor de hibiscus

Naces y mueres en el mismo día,

tu rojo color es pasión e impacto,

conmoción, huella de ser y contacto

con la vida y la muerte en cofradía.

 

La luz del día le otorga la vía,

abre sus alas y expande su pacto,

cual hermosa criatura que de facto

las cierra cuando el sol apaga el día.

 

Su germinación, es toda emoción,

su original brote es prueba de vida,

cual criatura hija del dolor y amor.

 

Remonta en gestación cual afección

al ser, para existir sin otra mida

que la vida misma como clamor.


11

El silencio cual paciente Job, cuenta

con la sabiduría de su razón,

siendo el acto de su cabal trabazón,

cuya disputa el ego no frecuenta.

 

Lo usual es el ruido como herramienta

tal cual carta de natural cerrazón,

invasión en la vida ajena, hartazón

por la injusta aflicción que le apacienta.

 

Vivir con la naturaleza es valor

de copiosa humanidad que alimenta

la reflexión engendrando cabal paz.

 

Silencio es armonía, contravalor

que no goza de medida, acrecienta

el ingenio y vitaliza al incapaz.


Al rugir la tierra, los sueños se quiebran

Al rugir la tierra, los sueños se quiebran,

sus bellas imágenes per ser truecan

en drama de gentes, donde le cercan

las desgracias, por las que piden se abran

 

las piedras volcánicas, que deslumbran

sus justas razones y se esclarezcan

sus negros mantos, que matan y achican

las blancas causas de vida que encumbran.

 

Tal destrucción es dolor sin consuelo,

quebranto que durará años para afear

a lugareños su vida atrevida.

 

que el postrero rugido enjugue el duelo,

truque la desesperanza y haga flamear

la bandera de una superior vida.

         

LXXI

Toma mis manos para que ellas sean

asidero, donde quiera que vayas

serán tu gran cayadon, con el coserás

las libres sendas de tu espíritu.

 

Lugar donde arraiga todo ímpetu

y causa de toda acción, cuyas armas

son razón y reflexión, acerías

para armar todas tus corazas, paspartú.

 

Fortaleza, decoró de tus basas

cuya construcción precisa de firmes

machones como el hecho más certero.

 

A tu yo, con fe le extiendo mis manos,

las puedes tomar o dejar, son mimbres

de tu cesto, ramos de tu velero.


Veré por tí

“…mira por mí, mi ciega.

mira por mí y camina…”

Miguel de Unamuno.

 

“Veré por ti”, para que tu ceguera

no limite tus pasos, para que tu andar

por la vida esté dado para demandar

salud y estar bien de toda manera.

 

Toma mi brazo y haz con él, el que fuera

tu gran cayado; caminar para agrandar

los horizontes donde poder abundar

en progreso personal sin flojera.

 

Vive “mi ciega”, para que yo pueda

verte agarrada al mástil de la vida,

la ciencia, el conocimiento y ser siendo.

 

Toma mi apoyo y andemos la vereda

del vivir con sapiencia abastecida,

en el amor que lustra tu adhiriendo.


Toma mis manos

Toma mis manos para que ellas sean tu

asidero, donde quiera que vayas

serán tu gran cayado, con el coserás

las libres sendas de tu espíritu.

 

Lugar donde arraiga todo ímpetu

y causa de toda acción, cuyas armas

son razón y reflexión, acerías

para armar todas tus corazas paspartú.

 

Fortaleza, decoro de tus basas,

cuya construcción precisa de firmes

machones como el hecho más certero.

 

A tu yo, con fe le extiendo mis manos,                 

las puedes tomar o dejar, son mimbres

de tu cesto, remos de tu velero.



Otoño

Nuevo tiempo, innovación de colores,

estación de emociones y pasiones,

gozos de visiones, observaciones

de tránsitos con botines y actores.


La nueva estación crea acopiadores

de lenguajes, bellas coloraciones,

todo se renueva dando canciones

a los amores que van de auditores.


No hay espacio sin acúmulos de color,

el fondo y la forma va más allá del

tiempo otoñal que acompaña la vida.


Cerebral acto cuya multicolor

pasión, es custodia y honor del bedel,

en justa aurora de grana vestida.


Joaquín Castillo Blanco está galardonado con el escudo de oro de la Unión Nacional de Escritores de España.