Poema para ganar un concurso
Mancillar el papel albo
con los avatares del camino,
las cuitas de los amantes
o la búsqueda de un dios complaciente
entre la niebla y las dudas,
es diaria tentación para
mis manos anhelantes de poesía,
pero hoy lo que deseo es
simplemente ganar un premio,
superando a compañeros de fatigas,
y vates de prestigio que
darán lo mejor de sí para llevarse
el galardón a casa y colocarlo
al lado de la fotografía de su musa
recurrente y ya algo ajada.
Hablaré por ello en este poema
de asuntos relevantes y no de bagatelas
ni de fruslerías frívolas.
de parar todas las guerras,
las visibles y las ocultas,
de salvar a esos bebés que agonizan
en los hospitales de Gaza,
esperando una muerte segura
cuando aún no se han acostumbrado
a respirar para poder vivir
una existencia calamitosa.
Pediré que baje un dios,
cualquiera, el de uno o el de
los otros o mejor uno neutral
para acabar con esta barbarie
que me congela el aliento
y me acelera el pulso.
Y también haré rogativas
para que baje el precio del aceite
y no tenga que racionarlo
en mis matinales desayunos,
donde no hay suficiente oleo
para tanto lienzo en blanco.
Solicito, por último, que
Vuelvan las hordas de extrema derecha
a las cavernas de las que nunca
debieron salir, y que su noviembre
nacional sea nefasto y negro,
arrasados por el progreso que
nunca dejarán que pasen, pisando
sobre nuestros derechos.
Ruego encarecidamente que
los poetas y artistas en general
puedan llegar a fin de mes,
haciendo Cultura, que no son
obras de caridad, sino el sustento
de los pueblos y las sociedades justas
y solidarias, modernas y progresistas.
Que la gente asuma que un poeta
cuando recita sus poemas
está realizando un trabajo igual
que un fontanero reparando un grifo.
Y que nadie piense que debe hacerlo
por amor al arte y de forma gratuita.
¿O es que ser poeta es menos importante
que ser electricista, pintor de brocha gorda
o fontanero? Y ellos cobran por cada hora
de trabajo. ¿O es que escribir un poema
es menos importante que reparar un pinchazo
en un neumático? Y barata que está la mano
de obra…
Pues démonos a valer, queridos vates,
que crear poesía es crear vida.
A ver, miembros del jurado,
Si todo este alegato es suficiente para que
me dais el
premio,
o tendré que pedir en el próximo certamen
también que baje el paro y suban los sueldos
y que la inflación nos dé una tregua
para comprar turrón y mazapanes.
Ama mientras quede verano en los árboles
Besa el aire mientras lleve en sus alforjas
el aroma estival de las flores que nacen
al abrazo de los rayos del sol sudorosos.
Palpa la tierra si aún invive en ella la pulsión
del verano pujante.
Ama con prisa a las tiernas muchachas
que no saben de penas ni de aflicciones.
Rocía de besos sus pieles de gacela
y acaricia la pulpa de su deseo en flor.
Huele la madera que se macera en la raíz
del sentimiento junto con la tierra
que despierta y el fuego que tiembla
en los vericuetos del alma.
Es el amor de verano
el que tiene prisa por verdecer
porque sabe que el otoño
no encontrará ya a los amantes
en la misma plenitud de pulsiones
y se habrá agostado su brío
en la coraza del pecho,
agua ya en sombra,
agua detenida.
río seco.
Juan Emilio Ríos es delegado en Cádiz, Huelva y Gibraltar de la Unión Nacional de Escritores de España. Está galardonado con la Medalla de San Isidoro de Sevilla de la UNEE.
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