La confusión de los necios

 

Juan Antonio Palacios

En un mundo de profundos contrastes , en una sociedad en la que lo real se mezcla permanentemente con lo virtual y las desigualdades lejos de corregirse se ahondan y profundizan. En un sistema donde el mercado, del que en ocasiones no conocemos el rostro , dicta lo que interesa y lo que no ignorando la solidaridad, donde todo se compra y se vende, resulta complicado y difícil , plantear y reflexionar sobre qué es lo que nos conviene , más como terrícolas , qué lo que debe ser la guía y motor de nuestras vidas , hacia donde debemos dirigir nuestros pasos.

Ese gran poeta andaluz, siempre vivo y presente, Antonio Machado, nos decía, “preguntad primero: después…escuchad” y es que no debemos precipitarnos sobre las situaciones, los objetos y las personas , ya que con frecuencia podemos otorgar un mérito a lo que sólo tiene un coste y es que como el mismo decía :”todo necio confunde valor y precio”.

La realidad social de este siglo XXI, nos plantea nuevos problemas que requieren otro tipo de personas, demandando a los educadores la formación de nuevos ciudadanos autocríticos y críticos, libres, tolerantes y solidarios, y capaces de tener una visión amplia de la realidad.

Desde la institución educativa, los profesionales dentro de una pedagogía moderna , activa y personalizada , intentando estimular una serie de valores que chocan fuertemente con la influencia que nuestros jóvenes ciudadanos reciben de todo el entorno social, digital y mediático.

Nuestra escuela intenta incentivar la amistad, el amor , la transición ecológica , la justicia, la libertad, la paz, el respeto, el compromiso y la responsabilidad , allí donde las redes sociales nos presentan como elementos a imitar la rivalidad, el odio, la devastación , la guerra, el insulto y la irresponsabilidad.

Mientras la confianza en nosotros mismos , la cooperación , la libertad , la seguridad, la normal relación con la persona que convivimos según nuestra opción sexual , el papel de la mujer, de los mayores, de los niños o de los jóvenes.

La espontaneidad, la creatividad y la curiosidad son objetivos deseables de nuestro protagonismo vital, la sociedad consumista y competitiva se encarga de inocularnos los virus de la incertidumbre , la inseguridad , el individualismo, el despotismo, la inseguridad, el conflicto en nuestra relación con los otros, la artificiosidad, el dirigismo y la confusión que generan los necios con sus predicciones.

Con esto no pretendemos decir que los valores han desaparecido en nuestra sociedad, ni tan siquiera sustentar que no existe aquello que no tiene un precio fijado en los mercados y la bolsa de los valores , en la plaza mundial de los intereses multinacionales  , ni que el bombardeo permanente de estímulos nos lleve continuamente a la perdida de nuestra identidad y autonomía.

Desgraciadamente la máxima de nuestra existencia suele ser el tener y no el ser, que más vale la cantidad que la calidad, que el Dios dinero todo lo puede, que el éxito es una meta en el que parece que importa más la forma y las apariencias, que el fondo y las esencias.

Si en  una sociedad que no sabe hacia donde va , si en una comunidad donde existe una crisis de valores , si las preguntas sobre las dudas que nos asaltan no suelen tener respuestas , abramos la puerta a la esperanza, miremos con ilusión a la luz que existe al fondo del túnel y tal vez merezca la pena seguir luchando por nuestros objetivos , por defender las causas de los más vulnerables , quizás lo importante sea ponernos en el lugar de los otros , ser sensibles hacia los problemas e injusticias globales del mundo , decir no a la supremacía de unas culturas sobre otras , de unos modos de pensar sobre otros , de unos sistemas ideológicos , religiosos y raciales sobre otros , como decía Ernesto Che Guevara :”Ser siempre capaz de disentir, en lo más hondo, de cualquier injusticia contra cualquiera en cualquier lugar del mundo”.

Juan Antonio Palacios Escobar está galardonado con la Medalla de San Isidoro de Sevilla de la Unión Nacional de Escritores de España.