Breve biografía de Cayo Crispo Salustio
Nace en la localidad de Amitemo, en la Sabina en el año 87, muere en Roma en el 34 (para otros autores en el 35) a/C.
Entre otros oficios y al
final de su vida ejerce el de historiador. Dotado de un temperamento
apasionado, adopta una aptitud parcial en sus obras a favor de César y en
contra del Senado. Convencido de la importancia de las causas morales en el
desarrollo de los acontecimientos.
Su conducta fue altamente
censurable, Dión Casio dice que el objeto de César al nombrar a Salustio
gobernador de NUMIDIA fue el de arruinar el país; en efecto volvió a Roma con
innumerables riquezas, solo gracias a la intervención de César, no se le formó
proceso, pero hubo de abandonar la política definitivamente, tuvo muchos
detractores en la antigüedad.
Ascanio, escribió su
biografía que no ha llegado hasta nosotros, decía, que era exacta y
desapasionada.
Es el primer historiador
romano que fue a la vez literato, antes solo había habido analistas, cronistas
y compiladores de historias.
El partidismo del que se
le acusa es merced a la intervención a favor de Cicerón en la Conjura de
Catilina, quiere dejar a salvo la figura de César y justificar plenamente que
no participó en dicha Conjura, no desea consecuencias desagradables para sus
amigos.
Hoyes un hecho que la
figura del historiador superó con creces a la del hombre (Salustio), sin entrar
en el modelo moral de su conducta.
Tres fueron sus obras
principales una La Conjura de Catilina, escrita con gran fuerza, en la
que analiza con profundidad la psicología de los personajes; otra es sus Historias
de la que apenas han llegado a nosotros algunos fragmentos y La Guerra
de Yugurta obra más tardía y de mayor calidad de la que algunos de sus
capítulos serán comentados en páginas precedentes.
Breve biografía de Polibio
Nace en
Megápolis (Arcadia) en el año 200/10 (según el autor consultado) y, muere a los
82 años (118/30), como consecuencia de
la caída de un caballo.
Es uno de
los historiadores en lengua griega más importantes de la antigüedad, participa activamente desde su juventud en la
política griega donde alcanzó puestos de honor. Conducido a Roma por Escipión
en el 167 como esclavo, después de la derrota de Macedonia en su lucha contra
los romanos, merced a su amistad con Escipión conoce a los hombres más
destacados de la República, teniendo acceso a los archivos de Roma, acompaña a su amigo a la guerra de Carthago y a la
destrucción de Numancia, escribe un relato de la guerra de
Numancia.
Interviene
como embajador romano, sirviendo su gestión para mejorar las relaciones de
éstos con sus compatriotas.
Las dos
primeras obras de Polibio fueron una Vida de Filopémenes en tres libros
y un Tratado de Táctica, la primera es una obra apologista. Pero su gran
obra es La Historia, en la que pretende explicar, cómo y por efecto de
qué régimen jurídico casi toda la tierra habitada fue dominada y se convirtió
en parte integrante de un Imperio único, ROMA.
Se divide en
40 libros de los que los cinco primeros han llegado íntegros hasta nosotros y
algunos fragmentos del resto.
Sabe unir el
ingenio griego y el romano; posee un espíritu universal y teorizador, pero al
mismo tiempo valora los datos concretos y escribe con un gran sentido práctico.
Gran conocedor de la Geografía se preocupa de obtener la mejor
documentación posible para su obra. La originalidad de Polibio no estriba solo
en haber sido el primero que concibió el plan de una verdadera historia general, sino que consiste principalmente en haber querido
dar el modelo de una obra que fuese de utilidad real a los estadistas y a los
militares como libro de enseñanza. Lo que convierte a la Historia en una enseñanza es que los hechos
particulares cuya memoria nos presenta épocas pasadas están ligados entre sí
por relaciones de causa- efecto que tienen un valor permanente y que interesan
tanto al futuro como al pasado.
Recordando a
Platón declarará que la Historia no será tratada como debe serlo más que cuando
los hombres prácticos consientan en escribirla o cuando los historiadores
comiencen a considerar como indispensable para su obra el conocimiento práctico
de los asuntos. Poniendo en práctica esta teoría recurre no solo a los
documentos de primera mano, sino que a las versiones orales de los principales
actores como Filopémenes o Escipión, amén de los archivos con lo cual
destruyó no pocos errores de los que le había precedido en el cultivo de esta
ciencia.
Polibio es
el primero que concede importancia. a los pensamientos y acciones no de
los grandes caudillos, sino, al pueblo entero o de un grupo considerable de
individuos durante un periodo más o menos largo. Es, por
lo tanto, uno de sus grandes méritos al
haber dado un lugar preponderante al estudio de
las constituciones y al modo de ser de los, pueblos, aunque ya en algunos
historiadores más antiguos se encuentran ejemplos aislados de ello.
A lo largo de la Historia Polibio ha tenido
varios calificativos, siempre loables, así Cicerón, Tito
Livio, y Arriano elogiaban su obra, Bousset le apellida el Sabio, Montesquieu
el Justiciero y en la actualidad por su espíritu objetivo se le ha
comparado a Ranke.
Comentario al texto de Salustio
Las
reflexiones de Salustio en su primer capítulo, sobre la naturaleza y grandeza
del hombre, así como la corrupción de la vida política, aseveración ésta que más nos interesa puesto que, el
texto de la primera época de la Guerra de Yugurta, gira en torno
precisamente a esas corrupciones de los jerarcas romanos.
En alusión
al epígrafe tres, donde expone su profundo odio a Sila dice: Gobernar por la
fuerza a la patria o a los ciudadanos, SILA, quién
con su levantamiento se tomó venganza de los enemigos, para después restablecer
el orden equilibrado por los partidos en lucha, sacrificando
el honor y la libertad por el ansiado dominio de la oligarquía, parece que le indica, sin
embargo, que todo el que llega al poder mediante la intriga, no encuentra seguridad al estar expuesto al exilio y
la muerte, secuelas naturales de los cambios políticos augurio que no le valió
a su amigo César.
Hasta los hombres nuevos, eran los que no podían
vanagloriarse de tener antepasados que hubiesen ostentado la magistratura curul;
éstos al contrario que los otros, llegaban a estos honores a fuerza de
prestigio y talento, Cicerón, y Mario pertenecieron a este grupo, los censura al
tratar de llegar a la magistratura y mandos militares mediante el fraude y la
violencia.
En esta
introducción deja entrever claramente su antipatía por la nobleza en otro
pasaje los acusa de haber provocado la ruina de Roma cuando recuerda la
soberbia de los nobles cuando la plebe se enfrentó obstinadamente a la
nobleza para ver satisfechos sus derechos, de ahí la creación del Tribuna de la
Plebe.
A la muerte
de Micipsa, hijo de Masinisa, surgen
las naturales luchas sucesorias cuando hay más de un candidato con derecho al
trono. Roma interviene dado que es la potencia protectora y, una comisión
senatorial lo divide en dos distritos
bajo la soberanía de Yugurta y Aderbal. Las
esferas oligárquicas de Roma logran que se declare la guerra a Yugurta tras el
asesinato a sus manos de su primo Aderbal 'y
de los mercaderes romanos, las primeras campañas son desastrosas para Roma
gracias a los sobornos del rey Númida, no
será hasta el 107 que Sila lugarteniente de Mario, por medio de un ardid lo pone en manos de ese cuestor.
El trasfondo
de la valoración de la primera etapa de la Guerra de Yugurta, tiene más
valor en sí crítico y denunciante, que de análisis histórico de la contienda.
La
putrefacción interna de las primeras magistraturas romanas, según Salustio
tienen su origen en la nobleza, es un noble, Escipión, el que le enseña a Yugurta, en
el sitio de Numancia, a tratar con el pueblo romano, le
había metido en la cabeza que en Roma todo se vendía, no
había prácticamente nada que no se pudiera conseguir con una buena bolsa de
oro.
Soborna a
Lucio Bestia Calpurnio, y a Scauro, a la sazón, encargados
por el Senado de derrotar al Númida y traerlo a Roma, lejos
de eso aceptan su oro y le conceden una paz vergonzosa que escandaliza a la
plebe, cuyo tribuno Cayo Memmio, ya había arengado, y exhortado a castigar a
los culpables.
Este Memmio
fue tribuno de la plebe en el 643 y acusador de Bestia, gozaba de justa fama de temido acusador.
Ante el
Senado hizo un discurso acusándoles de ser siervos del vil metal, de carecer de los «adornos» de un buen magistrado,
la fe, el decoro, la piedad, en suma, la honestidad, de llegar a la victoria no, por las annas, sino por
las intrigas y traiciones, estas serían el denominador común de las «grandes
victorias romanas», como las Celtibéricas, Sertorianas,
Púnicas, etc.
Corno
ratificación a las acusaciones de Memmio, mientras Bebio se hallaba en Roma sus
comandantes en Numidia seguían la costumbre de su capitán cometiendo todo tipo
de desatinos y excesos que solo se amortiguaban cuando veían brillar el
codiciado oro.
Roma envía a
un hombre honesto a Lucio Casio Ravilla Longino, pretor en aquella época (más
tarde alcanzaría el consulado y, sería elevado a la dignidad de censor, elegido
en varias ocasiones), con la misión de traer a Yugurta ante el Senado, dado que
la plebe amenazaba con graves disturbios.
Una vez en
Roma el rey Núrnida hace lo que para él
es usual en esa ciudad, con su abundante oro compra al tribuno
de la plebe Cayo Bebio para que le defendiese contra las leyes y contra todo
acto de violencia, intercede por él cuando Memmio le
conmina a declarar sobre sus actos ante los Padres de Roma, sale indemne de su prueba, asesina
a su primo Masiva hijo de Gulusa, a través de su lugarteniente, Bomílcar
que, a pesar de ser detenido y descubierto su plan, apela
al derecho de gentes y marcha a su país sin ser molestado, siendo seguido por
Yugurta. En su regreso mirando en silencio y con desprecio, dijo unas palabras
a modo de epitafio profético: ¡Oh ciudad venal qué pronto iría a la ruina si
encontrara comprador!
Comentario de texto de Polibio
Los
fragmentos comentados corresponden a la obra de Polibio, Historias, concretamente al Libro 1, en sus capítulos Elogio
de la Historia como ciencia, y la introducción Origen de la Primera
Guerra púnica.
Está escrita
entre el principio de la Segunda Guerra Púnica (220/219), y la Batalla de Pidna
(168/167).
A esta obra
le debe su inmortalidad, su estilo rompe con los parámetros establecidos hasta
el momento, ya no se trata de una historia individual y personificada; es un
estudio más generalizado de las sociedades, con la exposición trata de ganarse
la atención del lector despertando su continuo interés en efecto, ¿puede
haber algún hombre tan necio ... esto antes no había ocurrido nunca? (pág.
59 epígrafe 5).
Trata a la
Historia como una ciencia más de la sabiduría humana, a pesar de que, para los
griegos, no fuera nunca considerada como tal, la dota de un contenido docente y
archivista, donde militares, políticos y otros cargos de aquella sociedad
podían consultar los errores del pasado para no caer en el futuro.
De su
carácter docente no cabe duda, al examinar el mismo apartado mencionado las
aseveraciones, así el que se dedique a la investigación evitará
dificultades ... los que usen estos libros. Para este campo
trabajaba Polibio, enseñanza e investigación; para lograr este objetivo, tiene
la necesidad de escribir una obra fundamental y definitiva del único pueblo que
ha hecho posible la unificación del mundo conocido, justificando el motivo de
su proceder. El romano.
Desprecia a
los historiadores locales y monografistas, los compara con un cuerpo humano
desmembrado, que pierde toda su utilidad con la separación de sus miembros,
cree que es un trabajo inútil porque aporta pocos datos al conocimiento, sin
embargo, se servirá de ellos para su Historia Universal.
En el primer
capítulo Origen de la Primera Guerra Púnica, centra su estudio desde el
origen de la expansión marítima, obviando datos que se encontrarán en las
monografías a las que indirectamente nos remite, como la Sikelika de
Timeo.
Efectúa una
exposición correcta, observando escrupulosamente la cronología, aquí demuestra
una vez más su pretensión de universalidad de la obra, al datar el comienzo de lo que luego más tarde sería el
Imperio Romano, con fechas variadas para llegar a un mayor número de pueblos y
naciones, amarrando de una forma más exacta su ubicación (pág.).
Intenta
trasmitir una idea de predestinación del pueblo romano, cuya misión no era
conquistar el mundo, sino civilizarlo,
aún en contra de su voluntad, civilización, ésta, que había bebido hasta la
saciedad en las fuentes griegas, hasta el punto de confundir las culturas. Para
Polibio, los romanos habían recogido el testigo cultural griego y habían rebasado
las murallas de esas Polis que limitaban su progresión.
En sus
inicios se remonta a las Guerras de Sicilia, Polibio, la considera la primera
expedición romana fuera de su ámbito territorial para desalojar a las fuerzas
de Pirro, del Epiro, cuyas «victorias» mermaban considerablemente su ejército.
Por otra parte,
exalta la fidelidad romana hacia sus aliados, con el ejemplo del castigo de las
tropas de Decio Campano en Regio.
La exquisita
narración de los hechos da la sensación de haberla confeccionado un historiador
contemporáneo de esta década (1.996), enfoca el problema púnico con un cierto
sentido de supervivencia del pueblo romano, explicando los motivos que movieron
a estos para su intervención (pág. 70) Y de ahí su posterior expansión.
Análisis comparativos
Salustio más
apasionado utiliza un lenguaje mordaz para denunciar unos hechos que ya no
escandalizaban a sus contemporáneos, ataca descaradamente a la nobleza por la
que siente un profundo odio (discurso de Memmio), apela al sentimiento interno
de cada ciudadano.
Polibio más
apaciguado, desea poner en conocimiento del mundo la obra romana, critica a los
que para él ya no son moralmente ciudadanos de Roma, (tropas de Decio en Regio)
al haber pisoteado vilmente la honra y el orgullo romano, ambos pretender
mostrar desde diferentes puntos la magnificencia de Roma.
En la
Guerra de Yugurta no se echa de menos ninguna explicación sobre los hechos.
Salustio no se siente embarazado por prejuicios partidistas, siendo la materia
más variada.
Por su
estancia en África cuando fue gobernador nombrado por César hay en la obra
descripciones muy realistas acerca del clima, y de los distintos aspectos de la
tierra africana, costumbres de sus moradores, así como de batallas de gran
realismo aplica un modo muy personal de ver los acontecimientos, basa su
crítica en la venganza de un hecho del cual, él fue víctima, al ser acusado de
varios delitos contra el estado, entre ellos la corrupción y el enriquecimiento
masivo injustificado.
No obstante,
inaugura un género desconocido entre los romanos hace alusiones moralizadoras y
advierte del estado de decadencia en que se encontraba la sociedad romana en
contraste con los tiempos de los fundadores.
No cabe duda
que mientras Salustio critica duramente a los Patricios y nobleza de Roma,
Polibio la ensalza, pero ¿no son acaso las críticas de Salustio una forma de
grandeza 1, un pueblo que reconoce sus defectos, permite la autocrítica, aunque
ésta raye el insulto, ¿no está mostrando una madurez sólida, inusitada para
aquella época?, nunca sabremos si realmente ese fue el objetivo de éste.
Se le acusa
de partidista, sí, pero ¿quién está libre de no serlo?, antes y ahora los
condicionantes contemporáneos marcan la pluma del divulgador. Polibio muestra
un partidismo activo en cuanto a Escipión se refiere, alaba a Flaminio cuando
por sus armas destruye las ciudades griegas, ¿no estaremos ante un renegado? a
pesar de su origen y encabezar las comisiones de paz entre Roma y las Polis
griegas, siempre actuó más mirando a Roma que a sus antiguos convecinos. En fin,
estas series de elucubraciones nos llevaría a profundizar cada vez más en un
tema para el que no disponemos de tiempo ni espacio.
Rasgos comunes
Es difícil
establecer un patrón de semejanza entre estos dos autores, tal vez, el que más
se acerque, sea el profundo amor que ambos sentían por Roma, su necesidad de
contar lo que percibían a su alrededor, lo que había sucedido en tiempos
pasados, comunicar para la posteridad lo que otros ojos no vieron, romper con
las formas tradicionales de narración, estableciendo nuevas pautas y sistemas
de investigación históricas, que fueron respetadas hasta éste siglo, otorgar a
la Historia ese carácter de ciencia y docencia tan útil para el hombre (que no
siempre sabe aprovechar), mostrar a sus dirigentes ese enorme saco sin fondo de
soluciones a problemas actuales, la llamada a la cordura, a recuperarlos viejos valores que un
día hicieron de Roma la dueña del mundo, las ilustraciones didácticas que se
entrevén en sus obras nos muestran un mundo apasionante recargado de bajezas
humanas y de grandezas institucionales que siempre llevan a buen puerto los
deseos de la mayoría, cuando Roma perdió este norte, se desintegró quedando solo para los
nostálgicos e investigadores del devenir humano.
Si tarea ardua y difícil es establecer
semejanzas entre estos autores, no lo es menos, señalar sus diferencias, que a
priori pueden parecer fáciles de detectar, pero que, sometidas a una leve
reflexión, vemos como se esfuma esa hipotética facilidad.
Además de todo lo referido sobre
Polibio, (nunca será bastante), su historia por primera vez abarca todas las
capas sociales, bajando hasta las más inferiores, para abrazar las
consecuencias de los hechos a cualquier nivel pretende ser la memoria del
pasado, como antes hiciera Herodoto, toma manifestación oral de los
protagonistas de los hechos históricos, que recoge a través de varios cauces,
además de los archivos, los que llega a conocer perfectamente ; pretende dar la
sensación de imparcialidad y absoluta necesidad de conocer la Historia como una
ciencia indispensable para el buen gobierno de sus consultores, generalmente
políticos y militares.
Salustio por contra, escribe con un valor más crítico que
analista, se dirige a una minoría (élite romana), en principio de una forma
pseudovengativa y contundente, con el paso de los años se tomará más apaciguada, pero sin perder el brillo de la
agresividad y la denuncia, sobre todo cuando se dirige a los Patricios y nobles de Roma, causantes según él de la desgracia de
la ciudad, ese odio expuesto en el papel parece abarcar a toda la humanidad, que tan injustamente le trató, es un
partidista descarado, al contrario que Polibio, que si lo es, lo disimula de
tal forma que se pierde entre las líneas de sus escritos, Salustio escribe
sobre hechos contemporáneos o acaecidos recientemente reciente, no pretende
hacer una Historia General como Polibio, más bien la utiliza para su fines
particulares, como arma arrojadiza contra sus enemigos.
José María Fernández Núñez está galardonado con el escudo de oro de la Unión Nacional de Escritores de España.