La Magdalena, Apostola Apostolorum por Amor. En los textos canónigos

Ensayo de Fuensanta Santos de la Rubia 

Abstract:  

En este  ensayo  intentamos  mostrar   una visión de Maria Magdalena  desde el sentimiento y  una perspectiva femenina  sobre su relación con Jesùs de Nazaret,  en primer lugar  basándonos en   los documentos  aceptados por la Iglesia , los Evangelios Canònigos,  que representan el testimonio aceptado oficialmente  de los Apòstoles ,  y, el papel de èsta còmo Apòstola Apostolorum ,  encuadrándola  en la sociedad  de su época, ya que no podemos  hacernos una idea  de lo que vivió y experimentò  Maria  la de Magdala  sin   adentrarnos  en  la sociedad  profundamente patriarcal   en la que vivió  y lo que significaba  en  aquellos años ser mujer, , una  mujer que no  tenia un comportamiento normal  còmo se esperaba de las mujeres de su época, una mujer que se salió de los lìmites impuestos por la sociedad que le tocò vivir,   pero es que Ella era un Ser Extraordinario,  con un Alma Extraordinaria , ante un Hombre Extraordinario, y, coprotagonista de unos hechos  Extraordinarios que cambiaron la Historia de la Humanidad y que siguen cambiándola después de 2000 años,   nada pues  en su vida y su historia podía  ser ser ordinario  o corriente.  Posteriormente   la haremos sobre los evangelios  y textos apócrifos  y ,  naturalmente  lo que la Historia nos ha  legado sobre  la figura de quien  fuera,   hipotéticamente creen algunos, la Compañera de Jesùs, pero ella si   fuè su mejor  Discìpula,   la que  mas Amaba  y su  Heraldo.

Ella, la Magdalena,   la que màs  lo Amò.

"Del mismo modo que una mujer había anunciado al primer hombre palabras de muerte, así también una mujer fue la primera en anunciar a los Apóstoles palabras de vida" (Santo Tomas de Aquino. Super Ioannem, ed. Cai, 2519).

Con estas palabras del  Padre de la Iglesia, el cual precisamente no destacaba por su afecto a las mujeres, me permito dar comienzo  a esta disertación sobre Maria Magdalena, su relación con Jesùs  y su papel  como  Apòstola Apostolorum.

Para hacer una remembranza de Maria  Magdalena, no podemos  pasar por alto como era la sociedad en tiempos de Jesùs,  y mucho menos el  lugar que ocupaba la mujer en dicha sociedad, no podemos tener una  visión  objetiva  si  lo miramos con nuestra mentalidad de ahora,   tenemos , necesariamente que ponernos en la piel , en el calzado  de una mujer  en el año 30 de nuestra era; no creamos que es tan difícil, no hace falta mas que mirar a Oriente  y  algunos países africanos  para retrotraernos  a una sociedad donde el papel de la mujer era  testimonial  cuya función se limitaba a la maternidad  y cuidado del hogar , completamente condicionada por la familia del marido  y la suya propia ,  donde  no era dueña ni de su destino  ni de su cuerpo y  desgraciadamente tampoco de su Alma.

Jerusalen  està  situada en el centro de  Judea,  de todo Israel  el Jerusalen de tiempos de Jesùs se consideraba   el  ombligo del mundo ,  como se llamaba  al  Monte de Siòn,  asì considerada el centro de la tierra  “5:5 Así ha dicho el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella.” Ezequiel  5,5 Biblia Catòlica.

Jerusalen  fuè  el centro de la vida política y religiosa para los judíos , sede de la suprema asamblea  y  lugar de las peregrinaciones;  sòlo   allì  se reunìa  el Sanedrin,  que era  un Consejo de  23  Jueces  y el Gran Sanedrin  compuesto por el sumo sacerdote y 70 hombres  que provenían de tres grupos, la aristocracia sacerdotal  o saduceos , la laica y los  escribas fariseos;  el Sanedrin o Gran Sanedrin  constituían  el orden judicial  igual en asuntos religiosos como civiles.

 Segùn  Flavio Josefo  en Judea no se podía ejecutar a nadie que no hubiese sido condenado a muerte por el sanedrín, existiendo la apelación ante el consejo supremo de setenta y un miembros de Jerusalén,  de las sentencias dictadas por los consejos de siete jueces de las demás ciudades. “Antiguedades Judias, Flavio Josefo pagina  853”

Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín andaban buscando contra Jesús un testimonio para darle muerte; pero no lo encontraban. Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y, poniéndose en medio, preguntó a Jesús: «¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Dios bendito?». Y dijo Jesús: «Sí, yo soy». Todos juzgaron que era reo de muerte. Evangelio según san Marcos 14,55.60-62.64:

Y ahora vamos a ver la situación de la mujer en esta sociedad profundamente influenciada y controlada  por la casta sacerdotal.

Cuando Jesùs predicaba, la situación social  de la mujer  judía era  de absoluta  sumisión ,  al  salír de  su casa llevaba la cara cubierta  con un tocado  de dos velos sobre la cabeza  una diadema  con cintas colgantes  hasta la barbilla y una malla de nudos, con el rostro totalmente cubierto,  si una mujer enseñaba el rostro era motivo de echarla de la casa marital   sin pagarle la dote  estipulada en caso de divorcio en el contrato matrimonial; ellas debían pasar inadvertidas  en público,  un hombre no podía  encontrarse a solas con una mujer ni mirarla por la calle;  antes de casarse, la joven  tenìa prohibido salir de casa, según Filòn,  citado por Joaquim Jheremias en  “Jerusalen en tiempos de Jesùs

«Mercados, consejos, tribunales, procesiones festivas, reuniones de grandes multitudes de hombres, en una palabra: toda la vida pública, con sus discusiones y sus negocios, tanto en la paz como en la guerra, está hecha para los hombres. A las mujeres les conviene quedarse en casa y vivir retiradas. Las jóvenes deben estarse en los aposentos retirados, poniéndose como límite la puerta de comunicación, y las mujeres casadas, la puerta del patio como límite.”

Aunque, en la  aristrocracia  no se mantenían dichas costumbres,  y , en el campo, se relajaban un poco, dos veces al año habían danzas en los huertos y viñas  de los alrededores de Jerusalen  donde las muchachas  se presentaban  ante los jóvenes   y la vida diaria  era un poco diferente, por razones económicas,  la mujer  debía ayudar al marido en  su trabajo, bien como artesana o vendedora,  tenia que  ir a la fuente por agua , y se relajaba la costumbre de velarse la cabeza, aunque una mujer nunca debía estar sola en el campo  ni un hombre relacionarse con una mujer extraña, es interesante observar que,  cuando la necesidad apremiaba,  cuando al hombre le hace  falta  el apoyo  femenino,  antiguamente  al igual que a lo largo de la historia ,  la presión  sobre la mujer  baja por pura conveniencia masculina.

La única educación que recibían las jóvenes se limitaba al aprendizaje de los trabajos  del hogar, coser, tejer, y cuidar de los hermanos y dar de comer y beber al padre, lavarle la cara, las manos y los pies.

Tampoco tenían los mismos derechos que los varones  a la hora de heredar, los hijos y los hijos de los hijos,  estaban en orden de preferencia  con respecto a la herencia;  debían respeto al padre  antes que respeto a la  madre, pues la esposa  estaba obligada a la obediencia  al marido.

Las hijas estaban bajo la patria potestas del padre antes de su matrimonio, hasta los doce años y medio  es èl quien ejerce toda la potestad,  incluso  el padre podía anular los votos que hiciera la niña en el Templo, hasta esa edad  la niña no podía rechazar el  matrimonio pactado por su padre, incluso puede venderla como esclava; es a partir de esa edad cuando  la hija es un  poco mas autónoma  y se solicita su acuerdo para pactar los esponsales , auque, en la pràctica era raro ver a una mujer oponiéndose a los deseos  de su  padre,  la presión sobre la mujer  en los matrimonios pactados  entre familias aùn perdura .

En resumen,  la mujer  en Judea  era considerada una  propiedad  dedicada al hogar o como fuente de provecho económico, o de poder social  si  la casaban con  los parientes  cosa que era bastante corriente, bien con  primos  e incluso con tios; el libro de los Jubileos  dice que, cuando no había hijos y las hijas eran las herederas.  

La Torà  ordenaba o recomendaba  emparentar  a las mujeres de las familias sacerdotales con los primos,  o los tíos, , llegando  a  justificar esto como una obra piadosa ordenada por Yaveh, cuando en realidad respondía a una cuestión económica y  de poder  de los clanes.

“La herencia de los israelitas no podrá pasar de una tribu a otra, sino que los israelitas estarán vinculados cada uno a la herencia de la tribu de sus padres. Y toda hija que posea una herencia en una de las tribus de los israelitas se casará con uno de un clan de la tribu de su padre para que cada uno de los israelitas posea la herencia de sus padres. No podrá pasar una herencia de una tribu a otra. Cada una de las tribus de los israelitas quedará vinculada a su heredad.”  Tal como había mandado Yahveh a Moisés, así hicieron las hijas de Selofjad.Majlá, Tirsá, Joglá, Milká y Noá, las hijas de Selofjad, se casaron con los hijos de sus tíos paternos.  Tomaron marido de los clanes de los hijos de Manasés, hijo de José, y así su herencia fue para la tribu del clan de su padre.(Numeros 36,1-12);

y, como garante  de  la  estirpe  familiar, cuando una mujer enviudaba debía desposarse con su cuñado segùn la Ley del Levirato,  originada en el Deuteronomio….

“Si unos hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin tener hijos, la mujer del difunto no se casará fuera con un hombre de familia extraña.  Su cuñado se llegará a ella, ejercerá su levirato tomándola por esposa, y el primogénito que ella dé a luz llevará el nombre de su hermano difunto; así su nombre no se borrará de Israel.”Deuteronimio, 25, 4 a 6.  

Esto era la pràctica, la mujer  y su consentimiento  o voluntad  ante un matrimonio , no valían nada porque primaban  otros intereses  ajenos a su persona.

Lo que se  denuncia en el  Documento de Damasco ,  unos textos que fueron  encontrados accidentalmente en una antigua sinagoga de El Cairo, a los que , en principio no se les concedió mucha credibilidad, pero que  al encontrar en las cuevas de Qunram   nueve fragmentos de dicho documento se demostró la relevancia histórica  del hallazgo; contiene  la historia de una facciòn de judíos pertenecientes  segùn los estudiosos al grupo de los Esenios,  los  karaitas, que se dedicaban a la estricta observancia de la torah  mosaica y  se oponía a los sacerdotes de Jerusalen , desde el año 196 a.c;  era  el karaismo,  “lectores”  o como “Benè Mikrà” seguidores  de la escritura  y que se enfrentaban  a ellos,  porque  observaban una degradación  en el verdadero mensaje de la ley de Moises; en estos documentos    denuncian  de una forma  clara la frecuencia de las uniones  entre  la hija del hermano o de la hermana,:

“Ellos profanaron también el santuario, pues no guardaron  la separación prescrita por la ley. Tienen comercio con aquella que ve correr su sangre.  Contraen matrimonio con la hija de su hermano y con la hija de su hermana. Sin embargo,   Moisés dijo: «No te aproximarás a la hermana de tu madre, porque es carne de tu carne»(Levítico18, 13). La ley relativa a la impureza escrita para los hombres vale también para las mujeres. Por eso, si la hija del hermano  descubre la desnudez del hermano de su padre, hace cosa prohibida.   Mancharon el espíritu santo que está en ellos. Hablarán con lengua burlona de los preceptos de la Alianza de Dios diciendo: «No son verdaderos»….. “Documento de Damasco  La Profanación”.

Jesùs  en la sociedad judía.

Jesùs  y sus discípulos  recorrieron  tres regiones  muy significativas  , Galilea  donde vivía y empezó su predicación , los galileos eran considerados  unos judíos  mas  liberales-

 Samaria, que  era considerada una tierra herética , y Judea  como hemos visto el  centro  económico, político y religioso de  toda  la zona  el lugar Santo porque en Jerusalen  estaba el Templo de Salomòn  reedificado por Herodes Antipas,   y bajo la influencia de Roma  desde el año 6 a.c. 

Jesùs , socialmente,  se relacionaba  con  la gente del templo y del Sanedrin,  es decir  Saduceos, Fariseos y  Escribas,  con  los zelotas y sicarios que  eran los rebeldes que se oponían al poder de Roma, pero , además ,  con mujeres, niños  y  los mas desfavorecidos de la sociedad  , los marginados, apartados  por el resto  de la  sociedad,  prostitutas, minusválidos, leprosos, de los que se rodeaba  siempre Jesùs, es decir, con todo el mundo sin discriminación de ningún tipo, para Èl , todos los seres  eran   iguales, ante Dios y ante los hombres.

 “Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.

 Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido.  Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?

 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. “Marcos 2,14-17

Las mujeres que seguían a Jesùs

Me quiero centrar en la especial relación de jesùs, y  Maria de Magdala, pero para ello hay que hacer especial   mención  a la relación de  Èl con las mujeres y   el profundo cambio  que produjo   en el papel  de ellas,  tanto  social còmo   personal,  Jesùs marca  en la  mujer  un  antes y después,  Jesùs  la iguala en su condición humana al hombre ante Dios y ante la sociedad.

En el Israel de aquellos años,  còmo hemos visto anteriormente, era motivo de gran regocijo el nacimiento de un varòn , pero no el de una niña,  en resumen la mujer era menospreciada de una forma generalizada,  y, èsto,  hace mas  extraordinaria   la actitud de Jesucristo hacia la mujer,  un comportamiento profundamente revolucionario para la época,  sirva còmo ejemplo  el episodio  de la samaritana  en el pozo de Jacob,  Jesùs le habla directamente  no únicamente a una mujer, sino a una mujer de Samaria, y èl  no sòlo era hombre, también era  un rabbì judío,  la  tribu  de  Samaria  era   profundamente rechazada  y  marginada por los judíos,  de ahì la extrañeza de ella  “«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?»”(Juan, 4-9, biblia de Jerusalen),  el Evangelio de Juan,  el màs simbólico  y esotèrico de todos,  retrata  pues  la alegoría del dicho episodio,  el  cansancio, la sed,  el pozo  y el agua ,  pero no cualquier agua , es “agua viva”.

Tenian  las hembras pues en  esa era una profunda Sed,  sed  de ser consideradas personas,  sed  de  igualdad de trato,  sed  de  un horizonte  espiritual,  sed  de  abrir las alas de su alma sin ser condenadas. 

 Y, eso precisamente hizo  Jesùs,  la hablò còmo a una igual ,  directamente  al corazón  èl le diò a ella  agua de vida , le abrió  las puertas  a  su  propio mundo  interior, con la promesa de que también para ella había una Vida Eterna, un acceso al Reino Celestial,  le cambiò los paradigmas de su triste realidad,  no sòlo era  mujer, y de Samaria, además era una pecadora  que había tenido cinco maridos  y  convivia con un hombre con el cùal no estaba casada,  no la juzgò ni la condenò, al igual que a la adùltera,  la hizo consciente  de su propia  existencia , en definitiva  la tratò  còmo hubiera  tratado a un hombre en iguales  circunstancias,   Jesùs le hizo asomarse a su propio YO  a la Samaritana, la tratò  de ser humano a ser humano.

Parece simbolizar el cansancio de Jesùs en esta escena , el cansancio de  todo el gènero femenino  ante  lo oscuro y profundo del  pozo  de su presente y de  su horizonte,  no sòlo  ante  la sociedad patriarcal y  machista , sino  ante  un Dios que, segùn los textos rabínicos, las consideraba impuras  simplemente por el hecho  de menstruar, de parir, después de un parto, una mujer  se consideraba  sucia  durante cuarenta días,  durante los cùales no podía ni participar en una celebración religiosa, era impura a causa   de ser la fuente de  la vida en otras palabras. ¿no estarían profundamente cansadas  de la discriminación injusta?

Al igual que el pasaje  de la hemorroisa, narrado en Marcos 5 del 24 al 34

Marchó Jesús con él, seguido de una gran muchedumbre, que lo apretujaba por todas partes. Una mujer, que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido no poco a manos de muchos médicos, gastando toda su hacienda sin provecho alguno y yendo cada vez peor, cuando se enteró de lo que se decía de Jesús, vino por detrás entre la muchedumbre y tocó su manto. Porque decía para sí: con sólo que toque su manto, quedaré salvada. Y al instante se le secó la fuente de su sangre y notó en su cuerpo que estaba curada de su tormento. Y Jesús, sintiendo en seguida que su virtud curativa había salido al exterior, se volvió en medio de la muchedumbre y preguntó: ¿Quién ha tocado mi manto? Sus discípulos le contestaron: estás viendo cómo la multitud te apretuja por todas partes ¿y preguntas quién te ha tocado? Volvió Jesús a mirar a todos lados para dar con la que así había procedido, y la mujer, que se daba cuenta de lo que le había pasado, temblando de miedo, vino a echarse a sus pies y le dijo toda la verdad. Jesús le dirigió estas palabras: Hija mía, tu fe te ha salvado. Ve en paz y queda curada de tu tormento.

El Levìtico  marca las leyes  ante la mayor de las impurezas , que no era sino la mujer que  sangraba no por heridas , durante el periodo que duraba este sangrado  la mujer no podía ni siquiera ser tocada ni siquiera por su esposo  so pena de contamirarse  el que lo hiciera de esa impureza, y  tras varios días  de haber sangrado  debía someterse a los ritos  de purificación impuestos por los sacerdotes masculinos, còmo no,

” 25. Cuando una mujer tenga flujo de sangre durante muchos días, fuera del tiempo de sus reglas o cuando sus reglas se prolonguen, quedará impura mientras dure el flujo de su impureza como en los días del flujo menstrual. 26. Todo lecho en que se acueste mientras dura su flujo será impuro como el lecho de la menstruación, y cualquier mueble sobre el que se siente quedará impuro como en la impureza de las reglas. 27. Quien los toque quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará en agua u quedará impuro hasta la tarde.28. Una vez que ella sane de su flujo, contará siete días, quedando después pura. Levítico 15-25,28.

Imaginaros pues  el panorama de èsa mujer aquejada por la enfermedad, durante doce años,  se la consideraba  poco menos que una leprosa o apestada,  puesto  que , con su contacto simplemente  podía mancillar la santidad  de los varones,  bien su marido, su padre, sus hermanos , incluso sus hijos si  los tuviera,  era una mujer condenada  a la pura marginación social y familiar, esto explica  el susto o miedo de la hemorroisa al haberse atrevido a tocar el manto de Jesùs y, aquí  el extraordinario comportamiento del  Maestro  que no la reprocha el acto y la sana.

Jesús viene a romper toda esta tradición discriminatoria en estos y en el episodio de la mujer adùltera a la que salva de la lapidación en el mismo Templo, poniendo en evidencia  la actitud hipócrita de los hombres  allì dispuestos para apedrearla, haciéndolos conscientes de su propia indignidad, y falta de autoridad moral para juzgar,

 (Jn. 8,3,11) “Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?»Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra.» E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?»  Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más.»

 Por estos hechos, por esta forma de dirigirse a ellas y tratarlas,   Jesùs  ejercìa  una influencia tan magnética en las mujeres,  cualquier mujer  puede entender  ese sentimiento, que es  Amar  alguien porque te ha demostrado que te Ama  y  te Respeta como ser humano.  

Esto hoy es mas corriente, pero  no en el año 30 de nuestra era, entonces era un acto Revolucionario que escandalizaba a la mayoría  y al Poder.

 Asì lo manifestaba  Juan Pablo II en su  “Mulieris Dignitatim” :

“15. El modo de actuar de Cristo, el Evangelio de sus obras y de sus palabras, es un coherente reproche a cuanto ofende la dignidad de la mujer. Por esto, las mujeres que se encuentran junto a Cristo se descubren a sí mismas en la verdad que él «enseña» y que él «realiza», incluso cuando ésta es la verdad sobre su propia «pecaminosidad». Por medio de esta verdad ellas se sienten «liberadas», reintegradas en su propio ser; se sienten amadas por un «amor eterno», por un amor que encuentra la expresión más directa en el mismo Cristo. Estando bajo el radio de acción de Cristo su posición social se transforma; sienten que Jesús les habla de cuestiones de las que en aquellos tiempos no se acostumbraba a discutir con una mujer”

Y, las mujeres seguían a Jesùs,  este hecho  en sì  ya era  extraordinario  en esa sociedad, porque aunque   ya San Juan Bautista  había bautizado a mujeres en el Jordàn y, a sus prèdicas,  asistían  igual mujeres que hombres,   sòlo  a Jesùs  le seguían  de forma contìnua, y le servían prestándole ayuda en sus predicaciones, muchas veces  anunciando en los pueblos su llegada, como la Samaritana, que , dejando su cántaro volvió al pueblo  a anunciar a los hombres que tal vez era el Mesias  el que estaba junto al pozo.

En Lucas 8,1,3 se dice que era seguido además de por los apóstoles, por un grupo nutrido de mujeres, que le mantenían en su peregrinaje y predicación, lo que pone de manifiesto  el respeto  que no solo èl sino imponía a sus discípulos  en el trato con  las mujeres, impidiendo cualquier crìtica de  ellos como  en el caso  de la mujer  del perfume de alabastro  narrado en  el evangelio de Marcos, 14.

 Mientras Jesús estaba en Betania, sentado a la mesa en la casa de Simón el leproso, llegó una mujer. Llevaba ésta un vaso de alabastro con perfume de nardo puro, que era muy costoso. Rompió el vaso de alabastro, y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos de los que allí estaban se enojaron internamente, y dijeron: «¿Por qué se ha desperdiciado así este perfume? ¡Podría haberse vendido por más de trescientos denarios, y ese dinero habérselo dado a los pobres!» Y se enojaron mucho contra ella. Pero Jesús dijo: «Déjenla tranquila. ¿Por qué la molestan? Ella ha efectuado en mí una buena obra. A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, y cuando quieran podrán hacer por ellos algo bueno. Pero a mí no siempre me tendrán.  Esta mujer ha hecho lo que pudo. Se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.   De cierto les digo que en cualquier parte del mundo donde este evangelio sea proclamado, también se contará lo que esta mujer ha hecho, y así será recordada.» (Marcos 14: 1-9)

Maria Magdalena procedìa de Magdala

Magdala , que en arameo significa Torre o Fortaleza, era una ciudad a la orilla noroeste del Mar de Tiberiades,  a la comarca se la llamaba Tarichae  que quiere decir mas que torre del pescado, pescado en escabeche,  en el Evangelio de Mateo 15,39, se la menciona en unas ediciones como Magdala y otras  como Magadan, en los textos rabínicos de la conoce  como  Migdal Nuniya, en Pesachim  46a-b   se dice que la distancia entre esta ciudad  y Tiberiades es de aproximadamente 18 minutos.(Pesachim 46,a-b, Steinsaltz Talmud, Tractate  Pesachim, página 190.)

Es en Lucas  8 1,3 cuando se la nombra cronológicamente por vez primera en los evangelios, ya que, aunque los de Marcos  y Mateo son anteriores a los de Lucas,  sòlo la situan a los pies de la Cruz y en la Resurrecciòn,  y se la  identifica como una mujer de la que habían salido siete demonios,

”Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes”.),

 el hecho de que Lucas  la llame Maria, llamada Magdalena  deja entrever que era una seguidora habitual  de Jesùs, no una mujer a la que Jesùs había curado y seguía con su vida habitual,  eso  podría indicar además que  Maria Magdalena  era soltera, puesto que no se la califica con el apellido  o el nombre del  marido  y,  también  procedia de una familia bien situada o adinerada,  puesto que  era una màs de las que ayudaban con sus  bienes personales  al Maestro al igual que las otras mujeres.

A Maria Magdalena no se la identifica con la familia a la que pertenece, ni con esposo, ni por hermana ni madre de nadie, nos damos cuenta  que, en los escritos bíblicos siempre se nombra a las mujeres en relación con un hombre còmo si por ellas mismas no tuviesen personalidad, al resto  se las alude como  “otras muchas”  hasta para el evangelista, el resto eran irrelevantes, sòlo  son especiales dos,  Maria de Betania , a la que también se la llama la hermana de Làzaro , y  Mariam o Maria Magdalena  a ella  se la nombra por la ciudad de la que procede, curiosamente  a las dos que tenían una relación de discípulas y mayor cercanía con  Jesùs, esto quiere decir   primero,  que,   para quien escribió  el evangelio de  Lucas  ya se distinguía  por  algo, su comportamiento la hacia sobresalir entre el resto,  y  en cuanto a ella, demuestra   una personalidad,  tal vez inconscientemente ,  independiente, libre de espíritu, de pensamiento, una mujer dispuesta  a seguir su propio destino  sin someterse al patriarcado de un marido porque no quería ajustarse  al papel que se esperaba de ella socialmente  y prefirió seguir el camino de su corazón sin que le importara ser una marginada por ser una buscadora, Maria Magdalena  tal vez sin proponérselo abiertamente, sino impulsada por una fuerza interior  que la empujaba a salirse de la ruta   establecida y programada , era   esa  buscadora que encuentra en Jesùs la fuente para saciar su sed espiritual, de conocimiento  de aprendizaje para llegar  a su propio centro, Maria Magdalena sin duda lo encontró.

Discìpula y testigo de Jesùs

La Magdalena  era una  discípula por pura  iniciativa personal, de igual forma que  otras mujeres que seguían y servían a Jesùs .

Mientras los hombres  fueron escogidos por Èl para seguirle, aunque  en la época, el discípulo seguía al Maestro  para aprender  al igual que  los discípulos de Isaias ,  le acompañan para  que les instruya en las enseñanzas del Talmud y la Torà , la palabra de Dios  y  con su ejemplo de vida;  Jesùs  exigia a sus discípulos vocación, “deja todo y sígueme”  , romper con el pasado, y  copiar su conducta y forma de conducirse,  compartir  el sino “ llevar su Cruz” , seguirle observando, trabajando,   atender  sus necesidades básicas  ,  anunciar su llegada  y a cambio  el Maestro  les  daba  continùa  instrucción  de la Ley Escrita  y   les enseñaba con su ejemplo  y  de esa forma absorvìan sus enseñanzas.

 Maria  Magdalena era  seguidora incondicional por voluntad propia,  le escuchaba  y preguntaba  continuamente  buscando la Luz  y el Conocimiento,  y  le atendìa  con  sus bienes  en   su peregrinaje, ella era  receptora directa  con el corazón abierto  a toda  la  sabiduría que emanaba de Jesucristo.  

 Lo deja todo y le sigue por   en  sus palabras, atraída por el magnetismo de su personalidad arrolladora,   es una creyente  que va  detrás de  Èl haciéndose sin pretenderlo,  cada vez mas  protagonista  en su vida con una intensidad  y una importancia  no igualada por ningún  otro de sus  discípulos, la Magdalena es la elegida  para  ser la Mensajera Enviada  de la Resurrecciòn.

Ella  acompañaba a Jesùs desde Galilea,  unas veces de lejos  pero otras mas cerca, ella escuchaba atentamente  sus enseñanzas  , demostrando  su  lealtad, su falta de miedo y su  fortaleza femenina, esa fortaleza  que la mujer no se propone, sino que le mana del interior  en  determinadas situaciones y, en el Calvario del Señor,  ante la  cobardía de los apóstoles  en sus horas màs trágicas en las que sòlo Juan permaneció junto a ellas  en la crucifixión.   Sòlo el Amor  te da esa fuerza  que  hace que no te plantees  siquiera  los posibles peligros que puedes correr, el  Amor de una madre,  el Amor  de un  discípulo  a su Maestro, el Amor de una  mujer que  ama sin medida por puro  agradecimiento, admiración,  fascinación ante una personalidad  que irradiaba  Luz  un Amor que, podía ser sexual  o no, en cualquier caso  eso no es lo mas importante,  lo relevante  del  Amor de Maria de Magdala es su incondicionalidad  y su coraje  y el lugar que èste Amor  le proporcionò  en la vida pública  de Jesùs , y  dònde la colocò para  la Historia del Cristianismo.   Pasò  mediante el dolor, desde la fascinación y  tras su prendimiento, su juicio,  la tortura a la que fuè sometido, y  las enormes dificultades  a transmutar   ese hechizamiento en un Amor crecido, sòlido, transformador, iniciático ella se convirtió en una mujer  enamorada de Jesùs, y  dispuesta  a todo por Èl.

(Jn 19,25,26) “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»

Es este comportamiento de discípula incondicional, por  Amar sin medida y sin miedo, el que la hace ser Testigo de la Resurrecciòn,  mientras los apóstoles  se escondían asustados y acobardados, èlla  con otras mujeres  es la que le siguen  hasta el lugar de su sepultura para asegurarse (Mar. 15,47) María Magdalena y María la de Joset se fijaban dónde era puesto.

Ella junto  a otras dos mujeres , las que  preparan los perfumes para  santificarlo,  ellas con su presencia  son las receptoras del mensaje   del  Angel  que  anuncia  su resurrección.

(Marcos 16, 1 al 7) Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle. Y muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al sepulcro. Se decían unas otras: «¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?») Y levantando los ojos ven que la piedra estaba ya retirada; y eso que era muy grande. Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se asustaron. Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo”.

Pero es  en el Evangelio de San Juan  dònde consta el relato mas largo sobre  Jesùs y Maria Magdalena tras la resurrección,  èl la sitùa  , sola, desconsolada ,  en un mar de làgrimas ante la creencia de que habían robado su cuerpo,  el cuerpo de Su Señor,   tan absorta en su dolor y  su pena que  no lo reconoce y  lo confunde con un hortelano o jardinero,  obcecada  en recuperar  el  cadáver  para custodiarlo personalmente,  sòlo  al oir su nombre en labios de èl, despierta Maria  de su  confusión  y  exclama ¡ “Rabbuni”! , y, es aquí  dònde  estaba por  Amor, troncada por el dolor  pero sin dejarse abatir por el  desfallecimiento ni el desànimo,  dònde  Jesùs  la envía a  anunciar el Mensaje de la Buena Nueva  al resto de sus discípulos.  

11.Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro,12.y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.13.Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.»14.Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.15.Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»16.Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -.17.Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»18.Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.(Juan 21 del 11 al 18)

El significado  de “Apòstol “  es  “Enviado” ,  es pues en este momento cuando  Jesùs  la posiciona còmo   Apòstola de los Apòstoles ,  puesto que es  Èl mismo quien la Envia  a ellos.

 Es Èl quien la elige otorgándole  la  Autoridad  de publicar su testimonio,  el testimonio de su Resurrecciòn,  la escoge,  por su  Amor   para  tan relevante  trabajo,  para manifestársele  y  para difundir la noticia al resto de los Apòstoles.

Maria Magdalena es el arquetipo de la mujer  iniciada, transformada, la mujer  que ha trascendido su espíritu  elevando su estado de consciencia sublimando su pasión  en sabiduría y la sabiduría en Amor, deslumbrada por el Hombre,  embelesada ante la grandeza del Ser que tenia delante,  y magnetizada por  su Alma.

Èl, quien no considerò ni a uno sòlo de sus discípulos varones  mas  dignos  o merecedores de tal Encomienda,  Jesùs  señala  a Maria Magdalena, en consecuencia a  la mujer,  como Mensajera  y difusora de su Revelaciòn ,  aunque después   sus mismos seguidores  la  fueron relegando poco a poco  al silencio y al ostracismo, a causa del miedo masculino a la capacidad femenina de, a través del Amor, ver mas allà , de su facilidad para desde su intuición ver y asomarse al Centro mismo, y lo hicieron  mediante la difamación  la culpabilizaciòn,  el menosprecio  y  ocultación deliberada de la  enorme labor  de la mujer en la Historia de la Iglesia y el Cristianismo, pues  además de su trabajo personal,  intelectual,  espiritual y mìstico  para  la Iglesia desde sus inicios,  ha sido la mujer la que lo  ha transmitido en los hogares a los hijos,  y de Maria  Magdalena  como  receptora y  depositaria de la Sabiduria, de la gnosis del mensaje de  Cristo,    segùn  se desprende de los  documentos de Nag Hamandy,  pero eso  es tema  para la segunda parte de èste  ensayo.

Fuensanta  Santos de la Rubia es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.