Abstract:
En
este ensayo intentamos
mostrar una visión de Maria
Magdalena desde el sentimiento y una perspectiva femenina sobre su relación con Jesùs de Nazaret, en primer lugar basándonos en los documentos aceptados por la Iglesia , los Evangelios
Canònigos, que representan el testimonio
aceptado oficialmente de los Apòstoles
, y, el papel de èsta còmo Apòstola
Apostolorum , encuadrándola en la sociedad de su época, ya que no podemos hacernos una idea de lo que vivió y experimentò Maria
la de Magdala sin adentrarnos
en la sociedad profundamente patriarcal en la que vivió y lo que significaba en
aquellos años ser mujer, ,
una mujer que no tenia un comportamiento normal còmo se esperaba de las mujeres de su época,
una mujer que se salió de los lìmites impuestos por la sociedad que le tocò
vivir, pero es que Ella era un Ser
Extraordinario, con un Alma
Extraordinaria , ante un Hombre Extraordinario, y, coprotagonista de unos
hechos Extraordinarios que cambiaron la
Historia de la Humanidad y que siguen cambiándola después de 2000 años, nada pues
en su vida y su historia podía
ser ser ordinario o corriente. Posteriormente la haremos sobre los evangelios y textos apócrifos y ,
naturalmente lo que la Historia
nos ha legado sobre la figura de quien fuera, hipotéticamente creen algunos, la Compañera de
Jesùs, pero ella si fuè su mejor Discìpula,
la que mas Amaba
y su Heraldo.
Ella, la
Magdalena, la que màs lo Amò.
"Del mismo modo que una mujer había anunciado al primer
hombre palabras de muerte, así también una mujer fue la primera en anunciar a
los Apóstoles palabras de vida" (Santo
Tomas de Aquino. Super Ioannem, ed. Cai, 2519).
Con estas palabras del Padre de la Iglesia, el cual precisamente no destacaba por su afecto a las mujeres, me permito dar comienzo a esta disertación sobre Maria Magdalena, su relación con Jesùs y su papel como Apòstola Apostolorum.
Para hacer una remembranza de Maria Magdalena, no podemos pasar por alto como era la sociedad en tiempos de Jesùs, y mucho menos el lugar que ocupaba la mujer en dicha sociedad, no podemos tener una visión objetiva si lo miramos con nuestra mentalidad de ahora, tenemos , necesariamente que ponernos en la piel , en el calzado de una mujer en el año 30 de nuestra era; no creamos que es tan difícil, no hace falta mas que mirar a Oriente y algunos países africanos para retrotraernos a una sociedad donde el papel de la mujer era testimonial cuya función se limitaba a la maternidad y cuidado del hogar , completamente condicionada por la familia del marido y la suya propia , donde no era dueña ni de su destino ni de su cuerpo y desgraciadamente tampoco de su Alma.
Jerusalen està
situada en el centro de
Judea, de todo Israel el Jerusalen de tiempos de Jesùs se
consideraba el ombligo del mundo , como se llamaba al
Monte de Siòn, asì considerada el
centro de la tierra “5:5 Así ha dicho el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las
naciones y de las tierras alrededor de ella.” Ezequiel 5,5 Biblia Catòlica.
Jerusalen fuè el centro de la vida política y religiosa para los judíos , sede de la suprema asamblea y lugar de las peregrinaciones; sòlo allì se reunìa el Sanedrin, que era un Consejo de 23 Jueces y el Gran Sanedrin compuesto por el sumo sacerdote y 70 hombres que provenían de tres grupos, la aristocracia sacerdotal o saduceos , la laica y los escribas fariseos; el Sanedrin o Gran Sanedrin constituían el orden judicial igual en asuntos religiosos como civiles.
Segùn
Flavio Josefo en Judea no se
podía ejecutar a nadie que no hubiese sido condenado a muerte por el sanedrín,
existiendo la apelación ante el consejo supremo de setenta y un miembros de Jerusalén,
de las sentencias dictadas por los
consejos de siete jueces de las demás ciudades. “Antiguedades Judias, Flavio Josefo pagina 853”
Los sumos
sacerdotes y todo el Sanedrín andaban buscando contra Jesús un testimonio para
darle muerte; pero no lo encontraban. Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y,
poniéndose en medio, preguntó a Jesús: «¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Dios
bendito?». Y dijo Jesús: «Sí, yo soy». Todos juzgaron que era reo de muerte.
Evangelio
según san Marcos 14,55.60-62.64:
Y ahora vamos a ver la situación de la mujer en esta sociedad profundamente influenciada y controlada por la casta sacerdotal.
Cuando Jesùs predicaba, la
situación social de la mujer judía era
de absoluta sumisión , al
salír de su casa llevaba la cara
cubierta con un tocado de dos velos sobre la cabeza una diadema
con cintas colgantes hasta la
barbilla y una malla de nudos, con el rostro totalmente cubierto, si una mujer enseñaba el rostro era motivo de
echarla de la casa marital sin pagarle
la dote estipulada en caso de divorcio
en el contrato matrimonial; ellas debían pasar inadvertidas en público,
un hombre no podía encontrarse a
solas con una mujer ni mirarla por la calle; antes de casarse, la joven tenìa prohibido salir de casa, según Filòn, citado por Joaquim Jheremias en “Jerusalen en tiempos de Jesùs”
«Mercados, consejos, tribunales, procesiones festivas, reuniones de
grandes multitudes de hombres, en una palabra: toda la vida pública, con sus
discusiones y sus negocios, tanto en la paz como en la guerra, está hecha para
los hombres. A las mujeres les conviene quedarse en casa y vivir retiradas. Las
jóvenes deben estarse en los aposentos retirados, poniéndose como límite la
puerta de comunicación, y las mujeres casadas, la puerta del patio como
límite.”
Aunque, en la aristrocracia no se mantenían dichas costumbres, y , en el campo, se relajaban un poco, dos veces al año habían danzas en los huertos y viñas de los alrededores de Jerusalen donde las muchachas se presentaban ante los jóvenes y la vida diaria era un poco diferente, por razones económicas, la mujer debía ayudar al marido en su trabajo, bien como artesana o vendedora, tenia que ir a la fuente por agua , y se relajaba la costumbre de velarse la cabeza, aunque una mujer nunca debía estar sola en el campo ni un hombre relacionarse con una mujer extraña, es interesante observar que, cuando la necesidad apremiaba, cuando al hombre le hace falta el apoyo femenino, antiguamente al igual que a lo largo de la historia , la presión sobre la mujer baja por pura conveniencia masculina.
La única educación que recibían las jóvenes se limitaba al aprendizaje de los trabajos del hogar, coser, tejer, y cuidar de los hermanos y dar de comer y beber al padre, lavarle la cara, las manos y los pies.
Tampoco tenían los mismos derechos que los varones a la hora de heredar, los hijos y los hijos de los hijos, estaban en orden de preferencia con respecto a la herencia; debían respeto al padre antes que respeto a la madre, pues la esposa estaba obligada a la obediencia al marido.
Las hijas estaban bajo la patria potestas del padre antes de su matrimonio, hasta los doce años y medio es èl quien ejerce toda la potestad, incluso el padre podía anular los votos que hiciera la niña en el Templo, hasta esa edad la niña no podía rechazar el matrimonio pactado por su padre, incluso puede venderla como esclava; es a partir de esa edad cuando la hija es un poco mas autónoma y se solicita su acuerdo para pactar los esponsales , auque, en la pràctica era raro ver a una mujer oponiéndose a los deseos de su padre, la presión sobre la mujer en los matrimonios pactados entre familias aùn perdura .
En resumen, la mujer en Judea era considerada una propiedad dedicada al hogar o como fuente de provecho económico, o de poder social si la casaban con los parientes cosa que era bastante corriente, bien con primos e incluso con tios; el libro de los Jubileos dice que, cuando no había hijos y las hijas eran las herederas.
La Torà ordenaba o recomendaba emparentar a las mujeres de las familias sacerdotales con los primos, o los tíos, , llegando a justificar esto como una obra piadosa ordenada por Yaveh, cuando en realidad respondía a una cuestión económica y de poder de los clanes.
“La herencia de los israelitas no podrá pasar de una tribu a otra, sino que los israelitas estarán vinculados cada uno a la herencia de la tribu de sus padres. Y toda hija que posea una herencia en una de las tribus de los israelitas se casará con uno de un clan de la tribu de su padre para que cada uno de los israelitas posea la herencia de sus padres. No podrá pasar una herencia de una tribu a otra. Cada una de las tribus de los israelitas quedará vinculada a su heredad.” Tal como había mandado Yahveh a Moisés, así hicieron las hijas de Selofjad.Majlá, Tirsá, Joglá, Milká y Noá, las hijas de Selofjad, se casaron con los hijos de sus tíos paternos. Tomaron marido de los clanes de los hijos de Manasés, hijo de José, y así su herencia fue para la tribu del clan de su padre.(Numeros 36,1-12);
y, como garante de la estirpe familiar, cuando una mujer enviudaba debía desposarse con su cuñado segùn la Ley del Levirato, originada en el Deuteronomio….
“Si unos hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin tener hijos, la mujer del difunto no se casará fuera con un hombre de familia extraña. Su cuñado se llegará a ella, ejercerá su levirato tomándola por esposa, y el primogénito que ella dé a luz llevará el nombre de su hermano difunto; así su nombre no se borrará de Israel.”Deuteronimio, 25, 4 a 6.
Esto era la pràctica, la mujer y su consentimiento o voluntad ante un matrimonio , no valían nada porque primaban otros intereses ajenos a su persona.
Lo que se denuncia en el Documento de Damasco , unos textos que fueron encontrados accidentalmente en una antigua sinagoga de El Cairo, a los que , en principio no se les concedió mucha credibilidad, pero que al encontrar en las cuevas de Qunram nueve fragmentos de dicho documento se demostró la relevancia histórica del hallazgo; contiene la historia de una facciòn de judíos pertenecientes segùn los estudiosos al grupo de los Esenios, los karaitas, que se dedicaban a la estricta observancia de la torah mosaica y se oponía a los sacerdotes de Jerusalen , desde el año 196 a.c; era el karaismo, “lectores” o como “Benè Mikrà” seguidores de la escritura y que se enfrentaban a ellos, porque observaban una degradación en el verdadero mensaje de la ley de Moises; en estos documentos denuncian de una forma clara la frecuencia de las uniones entre la hija del hermano o de la hermana,:
“Ellos profanaron también el santuario, pues no guardaron la separación prescrita por la ley. Tienen
comercio con aquella que ve correr su sangre.
Contraen matrimonio con la hija de su hermano y con la hija de su
hermana. Sin embargo, Moisés dijo: «No te aproximarás a la hermana
de tu madre, porque es carne de tu carne»(Levítico18, 13). La ley relativa a la
impureza escrita para los hombres vale también para las mujeres. Por eso, si la
hija del hermano descubre la desnudez
del hermano de su padre, hace cosa prohibida.
Mancharon el espíritu santo que
está en ellos. Hablarán con lengua burlona de los preceptos de la Alianza de
Dios diciendo: «No son verdaderos»….. “Documento de Damasco La Profanación”.
Jesùs en la sociedad judía.
Jesùs y sus discípulos recorrieron tres regiones muy significativas , Galilea donde vivía y empezó su predicación , los galileos eran considerados unos judíos mas liberales-
Samaria, que era considerada una tierra herética , y Judea como hemos visto el centro económico, político y religioso de toda la zona el lugar Santo porque en Jerusalen estaba el Templo de Salomòn reedificado por Herodes Antipas, y bajo la influencia de Roma desde el año 6 a.c.
Jesùs , socialmente, se relacionaba con la gente del templo y del Sanedrin, es decir Saduceos, Fariseos y Escribas, con los zelotas y sicarios que eran los rebeldes que se oponían al poder de Roma, pero , además , con mujeres, niños y los mas desfavorecidos de la sociedad , los marginados, apartados por el resto de la sociedad, prostitutas, minusválidos, leprosos, de los que se rodeaba siempre Jesùs, es decir, con todo el mundo sin discriminación de ningún tipo, para Èl , todos los seres eran iguales, ante Dios y ante los hombres.
“Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.
Aconteció que estando Jesús a la
mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa
juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían
seguido. Y los escribas y los fariseos,
viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los
discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?
Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores. “Marcos 2,14-17”
Las mujeres que seguían
a Jesùs
Me quiero centrar en la especial relación de jesùs, y Maria de Magdala, pero para ello hay que hacer especial mención a la relación de Èl con las mujeres y el profundo cambio que produjo en el papel de ellas, tanto social còmo personal, Jesùs marca en la mujer un antes y después, Jesùs la iguala en su condición humana al hombre ante Dios y ante la sociedad.
En el Israel de aquellos años, còmo hemos visto anteriormente, era motivo de gran regocijo el nacimiento de un varòn , pero no el de una niña, en resumen la mujer era menospreciada de una forma generalizada, y, èsto, hace mas extraordinaria la actitud de Jesucristo hacia la mujer, un comportamiento profundamente revolucionario para la época, sirva còmo ejemplo el episodio de la samaritana en el pozo de Jacob, Jesùs le habla directamente no únicamente a una mujer, sino a una mujer de Samaria, y èl no sòlo era hombre, también era un rabbì judío, la tribu de Samaria era profundamente rechazada y marginada por los judíos, de ahì la extrañeza de ella “«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?»”(Juan, 4-9, biblia de Jerusalen), el Evangelio de Juan, el màs simbólico y esotèrico de todos, retrata pues la alegoría del dicho episodio, el cansancio, la sed, el pozo y el agua , pero no cualquier agua , es “agua viva”.
Tenian las hembras pues en esa era una profunda Sed, sed de ser consideradas personas, sed de igualdad de trato, sed de un horizonte espiritual, sed de abrir las alas de su alma sin ser condenadas.
Y, eso precisamente hizo Jesùs, la hablò còmo a una igual , directamente al corazón èl le diò a ella agua de vida , le abrió las puertas a su propio mundo interior, con la promesa de que también para ella había una Vida Eterna, un acceso al Reino Celestial, le cambiò los paradigmas de su triste realidad, no sòlo era mujer, y de Samaria, además era una pecadora que había tenido cinco maridos y convivia con un hombre con el cùal no estaba casada, no la juzgò ni la condenò, al igual que a la adùltera, la hizo consciente de su propia existencia , en definitiva la tratò còmo hubiera tratado a un hombre en iguales circunstancias, Jesùs le hizo asomarse a su propio YO a la Samaritana, la tratò de ser humano a ser humano.
Parece simbolizar el cansancio de Jesùs en esta escena , el cansancio de todo el gènero femenino ante lo oscuro y profundo del pozo de su presente y de su horizonte, no sòlo ante la sociedad patriarcal y machista , sino ante un Dios que, segùn los textos rabínicos, las consideraba impuras simplemente por el hecho de menstruar, de parir, después de un parto, una mujer se consideraba sucia durante cuarenta días, durante los cùales no podía ni participar en una celebración religiosa, era impura a causa de ser la fuente de la vida en otras palabras. ¿no estarían profundamente cansadas de la discriminación injusta?
Al igual que el pasaje de la hemorroisa, narrado en Marcos 5 del 24 al 34
Marchó Jesús con él, seguido de una gran muchedumbre, que lo apretujaba
por todas partes. Una mujer, que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,
y que había sufrido no poco a manos de muchos médicos, gastando toda su
hacienda sin provecho alguno y yendo cada vez peor, cuando se enteró de lo que
se decía de Jesús, vino por detrás entre la muchedumbre y tocó su manto. Porque
decía para sí: con sólo que toque su manto, quedaré salvada. Y al instante se
le secó la fuente de su sangre y notó en su cuerpo que estaba curada de su
tormento. Y Jesús, sintiendo en seguida que su virtud curativa había salido al
exterior, se volvió en medio de la muchedumbre y preguntó: ¿Quién ha tocado mi
manto? Sus discípulos le contestaron: estás viendo cómo la multitud te apretuja
por todas partes ¿y preguntas quién te ha tocado? Volvió Jesús a mirar a todos
lados para dar con la que así había procedido, y la mujer, que se daba cuenta
de lo que le había pasado, temblando de miedo, vino a echarse a sus pies y le
dijo toda la verdad. Jesús le dirigió estas palabras: Hija mía, tu fe te ha
salvado. Ve en paz y queda curada de tu tormento.
El Levìtico marca las leyes ante la mayor de las impurezas , que no era
sino la mujer que sangraba no por
heridas , durante el periodo que duraba este sangrado la mujer no podía ni siquiera ser tocada ni
siquiera por su esposo so pena de
contamirarse el que lo hiciera de esa
impureza, y tras varios días de haber sangrado debía someterse a los ritos de purificación impuestos por los sacerdotes
masculinos, còmo no,
” 25. Cuando una mujer tenga flujo de sangre durante muchos días, fuera del tiempo de sus reglas o cuando sus reglas se prolonguen, quedará impura mientras dure el flujo de su impureza como en los días del flujo menstrual. 26. Todo lecho en que se acueste mientras dura su flujo será impuro como el lecho de la menstruación, y cualquier mueble sobre el que se siente quedará impuro como en la impureza de las reglas. 27. Quien los toque quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará en agua u quedará impuro hasta la tarde.28. Una vez que ella sane de su flujo, contará siete días, quedando después pura. Levítico 15-25,28.
Imaginaros pues el panorama de èsa mujer aquejada por la
enfermedad, durante doce años, se la
consideraba poco menos que una leprosa o
apestada, puesto que , con su contacto simplemente podía mancillar la santidad de los varones, bien su marido, su padre, sus hermanos ,
incluso sus hijos si los tuviera, era una mujer condenada a la pura marginación social y familiar, esto
explica el susto o miedo de la
hemorroisa al haberse atrevido a tocar el manto de Jesùs y, aquí el extraordinario comportamiento del Maestro
que no la reprocha el acto y la sana.
Jesús viene a romper toda esta tradición discriminatoria en estos y en el episodio de la mujer adùltera a la que salva de la lapidación en el mismo Templo, poniendo en evidencia la actitud hipócrita de los hombres allì dispuestos para apedrearla, haciéndolos conscientes de su propia indignidad, y falta de autoridad moral para juzgar,
(Jn. 8,3,11)
“Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen
en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante
adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué
dices?»Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Jesús,
inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos
insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté
sin pecado, que le arroje la primera piedra.» E inclinándose de nuevo, escribía
en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro,
comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía
en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha
condenado?» Ella respondió: «Nadie,
Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques
más.»
Por estos hechos, por esta forma de dirigirse a ellas y tratarlas, Jesùs ejercìa una influencia tan magnética en las mujeres, cualquier mujer puede entender ese sentimiento, que es Amar alguien porque te ha demostrado que te Ama y te Respeta como ser humano.
Esto hoy es mas corriente, pero no en el año 30 de nuestra era, entonces era un acto Revolucionario que escandalizaba a la mayoría y al Poder.
Asì lo manifestaba Juan Pablo II en su “Mulieris Dignitatim” :
“15. El modo de actuar de Cristo, el Evangelio de sus obras y de sus
palabras, es un coherente reproche a cuanto ofende la dignidad de la mujer. Por
esto, las mujeres que se encuentran junto a Cristo se descubren a sí mismas en
la verdad que él «enseña» y que él «realiza», incluso cuando ésta es la verdad
sobre su propia «pecaminosidad». Por medio de esta verdad ellas se sienten
«liberadas», reintegradas en su propio ser; se sienten amadas por un «amor
eterno», por un amor que encuentra la expresión más directa en el mismo Cristo.
Estando bajo el radio de acción de Cristo su posición social se transforma;
sienten que Jesús les habla de cuestiones de las que en aquellos tiempos no se
acostumbraba a discutir con una mujer”
Y, las mujeres seguían a Jesùs, este hecho en sì ya era extraordinario en esa sociedad, porque aunque ya San Juan Bautista había bautizado a mujeres en el Jordàn y, a sus prèdicas, asistían igual mujeres que hombres, sòlo a Jesùs le seguían de forma contìnua, y le servían prestándole ayuda en sus predicaciones, muchas veces anunciando en los pueblos su llegada, como la Samaritana, que , dejando su cántaro volvió al pueblo a anunciar a los hombres que tal vez era el Mesias el que estaba junto al pozo.
En Lucas 8,1,3 se dice que era seguido además de por los apóstoles, por un grupo nutrido de mujeres, que le mantenían en su peregrinaje y predicación, lo que pone de manifiesto el respeto que no solo èl sino imponía a sus discípulos en el trato con las mujeres, impidiendo cualquier crìtica de ellos como en el caso de la mujer del perfume de alabastro narrado en el evangelio de Marcos, 14.
Mientras Jesús estaba en Betania, sentado a la mesa en la casa de Simón el leproso, llegó una mujer. Llevaba ésta un vaso de alabastro con perfume de nardo puro, que era muy costoso. Rompió el vaso de alabastro, y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos de los que allí estaban se enojaron internamente, y dijeron: «¿Por qué se ha desperdiciado así este perfume? ¡Podría haberse vendido por más de trescientos denarios, y ese dinero habérselo dado a los pobres!» Y se enojaron mucho contra ella. Pero Jesús dijo: «Déjenla tranquila. ¿Por qué la molestan? Ella ha efectuado en mí una buena obra. A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, y cuando quieran podrán hacer por ellos algo bueno. Pero a mí no siempre me tendrán. Esta mujer ha hecho lo que pudo. Se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto les digo que en cualquier parte del mundo donde este evangelio sea proclamado, también se contará lo que esta mujer ha hecho, y así será recordada.» (Marcos 14: 1-9)
Maria Magdalena procedìa
de Magdala
Magdala , que en arameo significa Torre o Fortaleza, era una ciudad a la orilla noroeste del Mar de Tiberiades, a la comarca se la llamaba Tarichae que quiere decir mas que torre del pescado, pescado en escabeche, en el Evangelio de Mateo 15,39, se la menciona en unas ediciones como Magdala y otras como Magadan, en los textos rabínicos de la conoce como Migdal Nuniya, en Pesachim 46a-b se dice que la distancia entre esta ciudad y Tiberiades es de aproximadamente 18 minutos.(Pesachim 46,a-b, Steinsaltz Talmud, Tractate Pesachim, página 190.)
Es en Lucas 8 1,3 cuando se la nombra cronológicamente por
vez primera en los evangelios, ya que, aunque los de Marcos y Mateo son anteriores a los de Lucas, sòlo la situan a los pies de la Cruz y en la
Resurrecciòn, y se la identifica como una mujer de la que habían
salido siete demonios,
”Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes”.),
el hecho de que Lucas la llame Maria, llamada Magdalena deja entrever que era una seguidora habitual de Jesùs, no una mujer a la que Jesùs había curado y seguía con su vida habitual, eso podría indicar además que Maria Magdalena era soltera, puesto que no se la califica con el apellido o el nombre del marido y, también procedia de una familia bien situada o adinerada, puesto que era una màs de las que ayudaban con sus bienes personales al Maestro al igual que las otras mujeres.
A Maria Magdalena no se la identifica con la familia a la que pertenece, ni con esposo, ni por hermana ni madre de nadie, nos damos cuenta que, en los escritos bíblicos siempre se nombra a las mujeres en relación con un hombre còmo si por ellas mismas no tuviesen personalidad, al resto se las alude como “otras muchas” hasta para el evangelista, el resto eran irrelevantes, sòlo son especiales dos, Maria de Betania , a la que también se la llama la hermana de Làzaro , y Mariam o Maria Magdalena a ella se la nombra por la ciudad de la que procede, curiosamente a las dos que tenían una relación de discípulas y mayor cercanía con Jesùs, esto quiere decir primero, que, para quien escribió el evangelio de Lucas ya se distinguía por algo, su comportamiento la hacia sobresalir entre el resto, y en cuanto a ella, demuestra una personalidad, tal vez inconscientemente , independiente, libre de espíritu, de pensamiento, una mujer dispuesta a seguir su propio destino sin someterse al patriarcado de un marido porque no quería ajustarse al papel que se esperaba de ella socialmente y prefirió seguir el camino de su corazón sin que le importara ser una marginada por ser una buscadora, Maria Magdalena tal vez sin proponérselo abiertamente, sino impulsada por una fuerza interior que la empujaba a salirse de la ruta establecida y programada , era esa buscadora que encuentra en Jesùs la fuente para saciar su sed espiritual, de conocimiento de aprendizaje para llegar a su propio centro, Maria Magdalena sin duda lo encontró.
Discìpula y testigo de
Jesùs
La Magdalena era una discípula por pura iniciativa personal, de igual forma que otras mujeres que seguían y servían a Jesùs .
Mientras los hombres fueron escogidos por Èl para seguirle, aunque en la época, el discípulo seguía al Maestro para aprender al igual que los discípulos de Isaias , le acompañan para que les instruya en las enseñanzas del Talmud y la Torà , la palabra de Dios y con su ejemplo de vida; Jesùs exigia a sus discípulos vocación, “deja todo y sígueme” , romper con el pasado, y copiar su conducta y forma de conducirse, compartir el sino “ llevar su Cruz” , seguirle observando, trabajando, atender sus necesidades básicas , anunciar su llegada y a cambio el Maestro les daba continùa instrucción de la Ley Escrita y les enseñaba con su ejemplo y de esa forma absorvìan sus enseñanzas.
Maria Magdalena era seguidora incondicional por voluntad propia, le escuchaba y preguntaba continuamente buscando la Luz y el Conocimiento, y le atendìa con sus bienes en su peregrinaje, ella era receptora directa con el corazón abierto a toda la sabiduría que emanaba de Jesucristo.
Lo deja todo y le sigue por fè en sus palabras, atraída por el magnetismo de su personalidad arrolladora, es una creyente que va detrás de Èl haciéndose sin pretenderlo, cada vez mas protagonista en su vida con una intensidad y una importancia no igualada por ningún otro de sus discípulos, la Magdalena es la elegida para ser la Mensajera Enviada de la Resurrecciòn.
Ella acompañaba a Jesùs desde Galilea, unas veces de lejos pero otras mas cerca, ella escuchaba atentamente sus enseñanzas , demostrando su lealtad, su falta de miedo y su fortaleza femenina, esa fortaleza que la mujer no se propone, sino que le mana del interior en determinadas situaciones y, en el Calvario del Señor, ante la cobardía de los apóstoles en sus horas màs trágicas en las que sòlo Juan permaneció junto a ellas en la crucifixión. Sòlo el Amor te da esa fuerza que hace que no te plantees siquiera los posibles peligros que puedes correr, el Amor de una madre, el Amor de un discípulo a su Maestro, el Amor de una mujer que ama sin medida por puro agradecimiento, admiración, fascinación ante una personalidad que irradiaba Luz un Amor que, podía ser sexual o no, en cualquier caso eso no es lo mas importante, lo relevante del Amor de Maria de Magdala es su incondicionalidad y su coraje y el lugar que èste Amor le proporcionò en la vida pública de Jesùs , y dònde la colocò para la Historia del Cristianismo. Pasò mediante el dolor, desde la fascinación y tras su prendimiento, su juicio, la tortura a la que fuè sometido, y las enormes dificultades a transmutar ese hechizamiento en un Amor crecido, sòlido, transformador, iniciático ella se convirtió en una mujer enamorada de Jesùs, y dispuesta a todo por Èl.
(Jn 19,25,26) “Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y
la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. Jesús,
viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Es este comportamiento de discípula incondicional, por Amar sin medida y sin miedo, el que la hace ser Testigo de la Resurrecciòn, mientras los apóstoles se escondían asustados y acobardados, èlla con otras mujeres es la que le siguen hasta el lugar de su sepultura para asegurarse (Mar. 15,47) María Magdalena y María la de Joset se fijaban dónde era puesto.
Ella junto a otras dos mujeres , las que preparan los perfumes para santificarlo, ellas con su presencia son las receptoras del mensaje del Angel que anuncia su resurrección.
(Marcos 16, 1 al 7) Pasado el sábado, María Magdalena, María la
de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle. Y muy de
madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al sepulcro. Se
decían unas otras: «¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?») Y
levantando los ojos ven que la piedra estaba ya retirada; y eso que era muy
grande. Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho,
vestido con una túnica blanca, y se asustaron. Pero él les dice: «No os
asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está
aquí. Ved el lugar donde le pusieron. Pero id a decir a sus discípulos y a
Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo”.
Pero es en el Evangelio de San Juan dònde consta el relato mas largo sobre Jesùs y Maria Magdalena tras la resurrección, èl la sitùa , sola, desconsolada , en un mar de làgrimas ante la creencia de que habían robado su cuerpo, el cuerpo de Su Señor, tan absorta en su dolor y su pena que no lo reconoce y lo confunde con un hortelano o jardinero, obcecada en recuperar el cadáver para custodiarlo personalmente, sòlo al oir su nombre en labios de èl, despierta Maria de su confusión y exclama ¡ “Rabbuni”! , y, es aquí dònde estaba por Amor, troncada por el dolor pero sin dejarse abatir por el desfallecimiento ni el desànimo, dònde Jesùs la envía a anunciar el Mensaje de la Buena Nueva al resto de sus discípulos.
11.Estaba María junto
al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el
sepulcro,12.y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo
de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.13.Dícenle ellos: «Mujer, ¿por
qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé
dónde le han puesto.»14.Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no
sabía que era Jesús.15.Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién
buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú
lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»16.Jesús le dice:
«María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir:
«Maestro» -.17.Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre.
Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi
Dios y vuestro Dios.»18.Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había
visto al Señor y que había dicho estas palabras.(Juan 21 del 11 al 18)
El significado de “Apòstol “ es “Enviado” , es pues en este momento cuando Jesùs la posiciona còmo Apòstola de los Apòstoles , puesto que es Èl mismo quien la Envia a ellos.
Es Èl quien la elige otorgándole la Autoridad de publicar su testimonio, el testimonio de su Resurrecciòn, la escoge, por su Amor para tan relevante trabajo, para manifestársele y para difundir la noticia al resto de los Apòstoles.
Maria Magdalena es el arquetipo de la mujer iniciada, transformada, la mujer que ha trascendido su espíritu elevando su estado de consciencia sublimando su pasión en sabiduría y la sabiduría en Amor, deslumbrada por el Hombre, embelesada ante la grandeza del Ser que tenia delante, y magnetizada por su Alma.
Èl, quien no considerò ni a uno sòlo de sus discípulos varones mas dignos o merecedores de tal Encomienda, Jesùs señala a Maria Magdalena, en consecuencia a la mujer, como Mensajera y difusora de su Revelaciòn , aunque después sus mismos seguidores la fueron relegando poco a poco al silencio y al ostracismo, a causa del miedo masculino a la capacidad femenina de, a través del Amor, ver mas allà , de su facilidad para desde su intuición ver y asomarse al Centro mismo, y lo hicieron mediante la difamación la culpabilizaciòn, el menosprecio y ocultación deliberada de la enorme labor de la mujer en la Historia de la Iglesia y el Cristianismo, pues además de su trabajo personal, intelectual, espiritual y mìstico para la Iglesia desde sus inicios, ha sido la mujer la que lo ha transmitido en los hogares a los hijos, y de Maria Magdalena como receptora y depositaria de la Sabiduria, de la gnosis del mensaje de Cristo, segùn se desprende de los documentos de Nag Hamandy, pero eso es tema para la segunda parte de èste ensayo.
Fuensanta Santos de la Rubia es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.