Microrrelato de Elina Pereira Olmedo
Me han dicho que no vuelva la cabeza, en esta huida disparatada, ¿adónde piensa él que llegaremos sin agua ni comida? Voy caminando cuesta arriba. El polvo me seca la garganta, cruje entre mis dientes. Camino detrás, como él manda. Siempre camino detrás. Mejor, su no-mirada me deja más libre. Entonces puedo sonreír a las mujeres que venden dátiles en el mercado o hilan la lana oscura de sus rebaños. Y encandilarme con las bailarinas cuyos pies hacen sonar los crótalos mecidas por la flauta.
Si me atreviera, les haría gestos, burlándome de él, de sus piernas resecas, de su nariz grasienta. Pero podría volverse y verme, y ya conozco el sabor de su bastón.
Que no me dé la vuelta, que no mire atrás dijo, como si fuera fácil salir corriendo de tu casa, dejar tu ciudad, tus recuerdos y parientes, el dulzor de los higos de tu patio, el olor del pan, los gritos que di al parir a mis hijas.
Mis hijas, que él ofreció a la turba como despojos de carne.
¿Seguirle? La boca me sabe a sal. Miro hacia mi casa.
Tercer premio en el concurso de microrrelatos Sábado de Letras, 2022; publicado en el libro Visitas, ed. Agoeiro, 2022.