Laura Gutiérrez Cortés, poemas


Soneto a mi padre

Padre, semilla de otoño dorado,

donde mis ojos germinaron vida.

Sol y savia que disuelve la herida,

desde el primer latido soñado.

 

Eres la luz que despierta en el prado,

fuente de valor en mi alma rendida

y el trinar en la lluvia florecida,

en mi silencio de plata acostado.

 

Sobre tus huellas de hierba yo camino,

entre tus ramas me siento segura,

aunque el sendero lo trace el destino.

 

¡Qué no vuelen los días con premura!

Quiero detener el tiempo divino

y sin marchitarme ser tu flor pura.


Luna malagueña

Llega la noche serena,

abrazando nuestro sueño

candiles son las sirenas,

estrellas de un mar sin dueño.

La luna blanca de arena,

llora perlas en su empeño,

de llenarse en primavera,

sobre el cielo malagueño.


He perdido el kilometraje de mis latidos

He perdido el kilometraje de mis latidos,

recorriendo exhausta,

senderos de asfalto gris.

Ojos lluviosos de cristales y plata,

sollozos de una canción serena,

que tímida se acerca a mi.

 

Ajeno el destino a mi celeste tristeza,

paisajes picassianos, van quedando atrás.

Besos que no llegaron a su destino,

abrazos de eucalipto,

que solo el viento supo dar.

 

El reloj se detiene en el tiempo

sobre los árboles compañeros de viaje

y el peregrinar de una golondrina a su nido

me muestra un nuevo paraje.

 

Luciérnagas que juegan de día,

soles que alumbran la noche...

y unos versos de Machado

que como candiles en el alma,

iluminaron mi universo acostado.

 

Caminante no hay camino

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más;

caminante no hay camino,

se hace camino al andar.

 

Al andar se hace el camino,

y al volver la vista atrás

se ve la senda que nunca

se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino

sino estelas en el mar.

 

(Antonio Machado)


Olor a ti

Hueles a dulce salitre,

olas del desierto infinito,

brisa fresca de hierbabuena y canela,

aroma a plumas de ángel,

acariciando mi piel desnuda.

 

Hueles a presente rojo pasión,

a beso de fuego en atardeceres,

a futuro cercano de verde menta,

donde solo respiro de ti.

 

Hueles a versos, sabia de un árbol,

a serenidad de eucalipto en mis tormentas,

a fruta de verano,

elixir de madurez despierta.

 

Hueles a besos de cielo,

a ave majestuosa acompañando mi vuelo,

a tierra mojada y

raíces de un amor profundo

anclado en mi.

 

Y en tu ausencia...

Huelo a ti, hueles a mi,

Esencia eterna.


Laura Gutiérrez Cortés es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.