Lola Caballero, cuartetos íntimos

 


Cuarteto íntimo I

En el pensamiento no hay lejanía.

Te llamo  y estás aquí mismo,  al lado,

casi rozas la frontera de mi mundo

y muy adentro.

Confundiéndote en las pocas certezas

que aún me quedan.

Puedo besarte en los arrabales.

Hacerte cosquillas en las palmas de las manos.

Abrazarte en los puertos encalados de la noche.

Detener el tiempo.

Ser cobijo en tus noches de sombras.

Acariciar tu brazo enredándose en mi costilla de sal.

                         

Solo tu cuerpo y el mío  son   habitantes únicos,   

desbordándonos uno en el otro.

Me preguntas si hemos cruzado el firmamento.

A ciegas, confiados, abandonados arena al viento

Somos  respuestas.

Únicas sendas de regreso.

Territorio donde descansar al fin de tanto vacio.

 

Abro los ojos.

Veo una mansión de miles de cuartos.

Hoy  nos hemos convocado

en la Alcoba de los de los Deseos…


Cuartero íntimo II

Estoy en la antesala

del Cuarto de la Duda.

Tiene las paredes vestidas de luto

y de vez en cuando

rendijas de luz se cuelan por las costuras.

                             

Hay un sillón de terciopelo rojo

me siento,  no hago nada

      solo miro mis manos

y un temblor se enreda entre los dedos.

 

La duda es avispada

y te encoje el corazón.

He descubierto que la sonrisa no le gusta

y cuando voy a verla

me pinto los labios de fresa

y esbozo la más amplia sonrisa

que jamás vio el cosmos

y la duda se oculta en los visillos.

           

Es la intrusa que nunca abandona.

Tiene cómplices amigos

de muchas formas y voces

Las hay más dulces, suaves dudas

y más duras, cuchillos, cadenas-dudas.

 

Es la alcoba que te prepara para la batalla

y tu eliges el sable y la espada.

Ese día concreto

vístete de negro y rojo.

Aniquila bailando a una y otra... Sables, cuchillos, lanzas...

Espejismos- disfraces...

Pájaros que parecen blancos.

Arboles que son como besos.

Nubes con forma de amapolas.

 

La duda se camufla...No olvides

la sonrisa más amplia del universo, tu muro protector.

Y como un túnel se abre una Rendija de Luz...

       Así la Duda...Así.


Cuarteto íntimo III

Tengo un sueño azulísimo

que me lleva  a la Habitación de la Calma.

Por sus paredes se desprenden

magnolias, jazmines

y el gato blanco ronronea suavísimo...

 

Células y arterias y venas

rebosan

de fino licor-vida-agua-trasparente

entre mullidos cojines

de algodones púrpura llama-blanca.

 

La Calma es tan de plata

como la luna- plata

como la plata- noche

y llena, hasta rebosar todo el cuerpo

de Voz-Alimento

pan-beso-sangre-beso-vida.

 

Ay Calma ¡Nutriente Anima!

sin ti ¡Calma!

¿Cómo? ¿cómo puedo seguir

en este laberinto?...

y es vivir un laberinto

una encrucijada

un sin-vivir

un con-vivir ¡Ay Calma!

 

Eres la Alcoba mas mía

¡que yo misma!


Lola Caballero es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.