Mario Llamazares Torrao, poema

 

Llueve

Llueve.

Y la lluvia crea cauces nuevos,

disuelve caminos viejos

entre las montañas que conforman

este valle en el que un día nos encontramos.

El río, inconsumible, se desborda.

Ya nadie sabe dónde se encuentra.

Sé a ciencia cierta, que algún día

(probablemente tú y yo ya no estaremos)

ya no habrá río, ni valle, ni montañas

y una masa informe de agua sepultará aquel cruce

en el que solo en la inmensidad de la noche,

temeroso, lleno de esperanzas,

te esperaba.