PRÓLOGO
– Muy buenas amable lector/a. Mi nombre no importa por ahora. Tarde o temprano seguro que aparece en algún texto, así que si no tiene prisa, empiece por el principio. Conózcame disfrutando de la lectura. Y cuando crea que me conoce siga leyendo. La vida es sorpresa, y como en una caja, cada individuo, una de ellas. Así que lea y acompáñeme en mi viaje. Puede que no sea afín a mis ideas. Pero aquí solo encontrarás verdad. Y aunque no sea universal, la sensación de no dudar es agradable. Siéntese, prepárese un café y comience una aventura, corta pero intensa, sobre el ser humano, la naturaleza y la adaptabilidad.
YO
Me gusta ver llover a través de la ventana mientras sujeto mi taza de café.
Adoro la sensación de jugar en mi ordenador y vivir una aventura única a través de una pantalla. Me encanta sentarme en la baldosa sobre la tubería de la calefacción, mientras veo como sube el bizcocho en el horno. Prefiero el invierno al verano, pues el frío se para con un abrigo, pero ni aún desnudo se puede hacer frente al calor. No soporto que el deporte favorito de la gente sea preguntar quién duerme con quién y no quien ayuda a quien. No tolero la doble moral, ni las falsas apariencias, me perturba la gente que intenta aprovecharse de mi integridad.
Antepongo el amor al odio, pues lo malo siempre perdura más que lo bueno, y siento que tengo que ayudar a la bondad a sobrevivir.
Quiero a mi familia, me gusta sentir siempre su protección sobre mis hombros.
Admiro la sinceridad, pues denota valentía y raciocinio, aunque también soy firme defensor de las mentiras piadosas, pues la ignorancia muchas veces es la manera más fácil de ser feliz, y esta, ante todo, es mi máxima.
No me gustan los prejuicios, ni los juicios errados.
Me encanta hablar y dialogar, conocer gente nueva y aprender un poco más.
No tolero los profesores que no quieren enseñar, ni los alumnos que creen saber toda la verdad. Creo que la educación es algo universal, pero que el respeto es algo que hay que ganar y no soporto a esos mayores que consideran por su cuenta que no los respeto, cuando son ellos, habitualmente, quienes no me dan a mi el trato que merezco, que no deja de ser el mismo que merece el resto.
Me gusta llorar, pero por cosas buenas nada más, me gusta fumar y divagar, crear de la nada algo, escribirlo y olvidar, para así volver a los años a ese cuaderno, leer y recordar.
Te odio X, de verdad, nunca he tenido esta sensación con nadie más y me sabe mal, pues me considero buen chaval, pero es muy diferente perdonar de olvidar.
No soporto la versión de mi enamorado, pues automáticamente parece que sea otro individuo más y no el individuo único que quiero creer que soy.
Me gusta contar historias reales o ficticias pero nunca dañinas para nadie, jamás.
Admiro a mis amigos, por ser los únicos que han sido capaces de sacar mi mejor yo.
Te quiero yaya, y te lo digo siempre, pero dejarlo escrito aquí al menos me da la seguridad de que, ni un posible futuro Alzheimer, me haga olvidarte.
Me gusta la muerte, por ser lo único de lo que estoy seguro en esta vida y a la vez mi motivo para continuar el día a día...
Quiero hacer todo lo que pueda hasta que esta me alcance.
Continuaría pero otra de las cosas que no me gustan es ver mi pluma seca, sin tinta, por escribir, encima, algo que no me haga disfrutar.
1er MONÓLOGO
– Cómo comprenderá usted, el que lee. Comencé a leer siendo joven, y a escribir siendo niño. A escribir bien, no lo sé, sinceramente aún tengo mucho que aprender. Y qué leer. Así que le propongo un trato. Ya me conoce un poco. Qué le parece si yo sigo aprendiendo, y usted sigue leyendo un rato. Quizá así, en unos años volvamos a vernos las caras en otro de mis relatos.
"BIPOLAREANDO"
Es increíble cómo pasan las horas y solo me limito a observar, siento que no valgo para nada, y escribo para demostrar lo contrario. No soy bueno en nada, salvo usando mi imaginación. ¿Y para que me vale? Para gastar tinta del boli, para agotar poco a poco, la vida útil de los "tactodetectores" de mi pantalla de móvil, para llenar una hoja en blanco de lo que pienso y siento, de mis errores de mis malas decisiones. Me encuentro atrapado, entre la nada y el todo. En el limbo de la utilidad.
Mi vida la rijo por dos principios, la empatía y la norma universal, trato de ser buena persona aunque se perfectamente que esa no es la verdad. Doy una imagen que difiere con la realidad, tengo doble moral ¿Es eso ser buena gente? (lo dudo, pero es lo que hay, yo me adapto a lo que me toca)
Trato de evitar los conflictos, soy pacífico, y sin embargo me das un arma y me sobra tiempo para apretar el gatillo. Lo llaman entretenimiento yo lo llamo matar el tiempo, esperando que llegue el momento en que mis textos sean algo digno de ser leído, aprendido, de que sean algo que empleen en el futuro para entenderme a mi, para entender al resto.
Hace mucho tiempo que tome la decisión de ser feliz a pesar de los acontecimientos adversos que mi vida ha experimentado a lo largo de un lustro. Y cuesta. Múltiples disgustos, muchas dudas, sobre mi vida y todo lo que me rodea en el día a día, sobre todas esas personas maravillosas que he tenido la suerte de conocer y hacerme, aunque sea una vana ilusión en mi mente, sus amigos. Un personaje entrañable y querido. Un personaje amable, que no se enfada. Lógico. Frío. Al que parece que todo le resbala, pero del que ni yo mismo me fío.
Es cierto que me han hecho daño siendo un crío pero no lo considero motivo para ser como soy. Espero con ansia el día en que conozca a esa persona perfecta que haga derrumbar el muro de hielo que se levanta delante de mi yo verdadero pero hasta que llegue ese día lo único que puedo hacer es limitarme a adaptarme a lo que venga, anteponerme a ello y con suerte superarlo sin añadir más debilidades y mal funcionamientos a mi, ya de serie, dañada mente.
2o MONÓLOGO
– Es curiosa la adolescencia. Según mi experiencia, se puede experimentar de dos maneras. Solo o acompañado. Sí, sé que suena obvio. Pero quienes hayan entendido bien el solo, saben perfectamente de qué hablo. Mi mente es perversa y compleja pero eso no denota ni de manera remota que sea mala persona. Sino que tuve mala suerte, y en periodo de efervescencia asimile muy a mi pesar conocimientos equivocados de personas incorrectas. Ideas que tal vez no hubiera querido, experiencias raras por no decir malas que forjaron mi actual saber estar. Mi capacidad si me pongo exquisito. Porque lo que sí que es obvio es que sin lugar a dudas cuando más se aprende es cuando se está mal.
EXPLOTÓ
Ya me canso de ser siempre el bueno. Me canso de ser esa persona que siempre intenta guardar unas normas básicas de comportamiento y convivencia para no causar conflictos de ningún tipo, de ser esa persona que nunca juzga, ni se cabrea, que trata de ver todo para hacerse con un punto de vista idóneo, de ser esa persona, tonta, a la que todo el mundo toma el pelo "Seguro que si no le hago caso no se cabrea, es él, no va a hacer nada".
¡Qué triste! ¿verdad? Pues así lleva siendo mi vida desde que tengo memoria, las malas experiencias en mi infancia, la soledad a la que me vi sometido por no inmiscuirme en una sociedad con la que estaba disconforme. "Es un friki, marginémosle, hagamos que se sienta una mierda por tener solo familia y no amigos, hagamos de su vida un puto infierno, total ¿Que va a hacer? Somos más y ganamos".
Por culpa de ese maldito trauma no puedo ser sincero por temor al abandono, temor a verme solo de nuevo, como el puto verano de 2° de la ESO. Yo solo, contra el mundo, contra todos y cada uno de sus individuos.
Estoy hasta la polla, hasta la misma punta del glande, hasta la polla de creerme un falso por ser como soy, hasta la polla de sentirme mal, por no ser yo, por ser ese friki sin carácter. Apático.
Voy a tomar la decisión correcta, ser sincero aunque duela, ser sincero con todos, ser cruel si es necesario, ser descortés, ser soez. En definitiva, dejar de ser él y empezar a ser yo. Para todas aquellas personas que pensáis que es fácil manipular mi cabeza, que os jodan, yo me doy media vuelta y a partir de ahora cagaros, porque no voy a volver a ser lo que era.
3er MONÓLOGO
– Todo odio. Ahora me río. Y escribo en el río. Es curioso. Esos momentos, tal vez a los que hayan seguido leyendo sin entender el solo, les ha dibujado más el concepto. Las experiencias duras, marcan. Calan el alma. Y solo cálamo es capaz de calmarla. En esos tiempos era bastante dramas en muchas ocasiones he pensado que tal vez hubiera debido ceder. Un poco. Pero como el resultado de todo aquello fue tan tremendamente placentero por la justicia que me dio el tiempo, a día de hoy lo veo como un episodio más. Sin más. Os tengo que avisar. Ahora os voy a poner otro cebo para seguir leyendo. Lo mejor está por llegar.
EL AMIGO
Es extraño. Aún habiendo vivido la misma situación cuatro veces ya (con esta que me incita a escribir) en mi vida, sigo tropezando con la misma piedra que cuando no era más que un parguela.
Lo mismo de siempre, "friendzoneado" hasta la muerte. Sin poder apelar un cambio de sentencia. Toda la vida la misma historia: "Se bueno y a lo mejor follas" ¡Qué inocencia! Ni con Santa ni con los Reyes se me ponía esta cara de muchacha pizpireta.
Me pasa por bueno, o más bien por tonto (si, está claro). Parece que lo busque de propio en vez de pasar de largo. Me acerco, me inmiscuyo, me meto en sus mundos de mujeres (locos, por otro lado) Hago esfuerzos por comprenderlos, para saber que hago mal a cada rato o que hago tan bien, para que me vean como un hermano.
Es curioso. Me quejo a mis amigos y en el folio, pero cuando cualquiera de ellas me dice ven, soy tan idiota que salgo disparado, sin importar lo que hago, lo dejo colgado.
Lo peor de todo es que lo sé, porque lo pienso, y lo veo a diario. Me rayo y me rayo y no saco nada en claro. Tan solo que mis palabras alivian todos sus llantos, o que mis consejos despejan, por norma general, sus dudas.
Es muy raro, siento que estoy en el anzuelo, pero yo mismo no me desengancho. Tengo que pedir ayuda, o sencillamente esperar, a que la situación sea cruda, para aprovechar la confusión y la tensión y así hacer el mutis por debajo del telón, sin que me vean y a oscuras. Pues es la única manera de evitar caer en la misma trampa de siempre, su mirada, la mirada de "te necesito", la forma en que yo las miro, cada minuto, en cada conversación o en cada grito . Esa mirada que me gana, que destroza mis defensas como la minigun del San Andreas, que inhibe cualquier pensamiento que pueda tener contrario a sus lamentos, que me hace dar media vuelta y preguntar que pasa, que me haga sentarme a su lado y dejar que por mi hombro caigan sus lágrimas dejando mi chaqueta mojada, que me haga olvidar todo esto y vuelva a la base del texto: "Se bueno, a lo mejor follas".
4o MONÓLOGO
– Tonto o bueno. Ahora da igual. El karma volvió a actuar y de lo peor saqué algo de verdad. Entended damas y caballeros que el amor es algo reiterativo en mis textos. Pero por lo esquivo que me ha sido, pues a pesar de ser uno de esos románticos empedernidos en la adolescencia no se va a ningún sitio si el envoltorio mide un metro cuarenta y pesa noventa kilos. Es un complejo que me ha costado mucho superar y de hecho, yo creo que muchas veces me sigue dando mal. No escribí algo sobre eso hasta hace poco tiempo. Pero vamos a lo importante. Considero el amor, en su sentido más amplio, una de las experiencias más necesarias para la sociedad en general. Al fin y al cabo todos vivimos en el mismo lugar y le pertenecemos. No deberíamos concentrarnos en disfrutar de todo sin necesidad de luchar, en no molestar, vivir, dejar vivir y aprender a convivir con ella en vez de ponerle fin. Cariño, convivencia, buenas maneras, educación. No sé, tal vez sea utópico, pero es "lo empático". Lo óptimo bajo mi punto de vista. "Fíjate cómo avanza progresivamente del yo al todo". Al fin y al cabo es lo lógico no, si la muerte tarde o temprano va a llegar, porque molestarse en acelerar.
INTERLUDIO
¿Qué es la música? Como todo en esta vida para cada individuo merece una opinión diferente, para mi no deja de ser otra vía de escape, otra manera de evadirme de lo que me rodea y no me gusta, otra manera de pasar inadvertido ante el ojo que todo lo mira.
A mi me emociona, me amarga, me saca una sonrisa, me hace creer en una esperanza, me da algo siempre sin pedir nada a cambio (salvo: "Escúchame con buenos cascos"). Hace que tus pies se muevan a su ritmo, sin faltar un solo tic del bombo o una sola nota del piano.
Es algo cálido que te rodea y te cuida, es algo que te hace pensar sobre la vida. ¿Qué trataba de contarme el individuo que la ha creado? ¿O que me dice a mi cuando llega a través del cable a mis tímpanos? Los hace vibrar, pero ante todo da color al día.
Y es que al fin y al cabo es eso. Serotonina y dopamina a través de una onda de sonido, una manera de que esos artistas que sigues, que admiras, se comuniquen con las masas que gustan de sus melodías. Una manera de comprenderse, de entenderse, de comunicarse, una manera de relacionarse con uno mismo y con la propia música. Una manera de ver el mundo, su manera de ver el mundo. Creatividad, ideas, sentimientos, individuos concretos... Puntos de vista diversos. Un idioma universal, sin tiempo.
5o MONÓLOGO
– La música fue un gran apoyo para mi. Y la ventaja de ella es que es universal. Sea cual sea tu gusto, gustas de la música y sus notas. Gracias a ella entiendo un poco más el mundo. Pues la variedad es vida y así como los puntos de vista pertenecen a personas concretas la música pertenece a colectivos, grupos de afinidad inmediata. Pues escuchar música une de la misma manera que el cable de los cascos al móvil. Conecta puntos del tejido social y en muchas ocasiones puede generar vínculos más poderosos que el amar. Personalmente, amo la música, otra de las pocas cosas que tengo claras.
FOL IN LOF
Sentado desde mi trono veo, como mi reflejo siniestro en el espejo va marchitándose, pues mi mente y sentidos no me salvan, si el corazón no bombea nada. Mis impulsos se han visto cohibidos, por una fuerza superior a mi y mis instintos, quiero creer que será pasajero pero no es buen augurio pues ni escribiendo saco de mi ese sentimiento. Siento que no pienso claro, que tomo decisiones, cuando mi cuerpo está sofocado. Lanzó una onda de fuego, cada vez que grito y me levanto, como un Pokémon criado con cariño y esmero. Tengo claro lo que me pasa, pero no soy capaz de decirlo en voz alta.
Estoy enamorado y me encanta, o eso quiere creer mi mente demente, cegada por su mirada.
Cada vez que la veo siento que se me levanta. (El ánimo, el alma, mis ganas de abrazarla, de besar sus labios tiernos, de notar su saliva en mi garganta) [Malpensados]
Por segunda vez en mi vida mi corazón late al ritmo de mi canción favorita, sin saltarse un solo beat, siguiendo el ritmo día a día. Si pienso en ella, allegro, sino, andante. Como una sinfónica melancólica cuando en el escenario matan a la soprano, como la triste melodía de las películas, al perder las ganas de vivir el protagonista, y, como el sonido de la victoria de las batallas en los videojuegos, cuando sube una foto a Insta.
Reconozco que me gusta, que está sensación me inspira y me droga, me vuelve un zombie feliz, en la misma proporción que cinco minutos de televisión del corazón. Sin embargo también me asusta, pues un zombie no puede experimentar nada humano, hace lo que le dicta el instinto, y mis letras no son, en exclusiva, para aquellos que leen mientras se fuman un pisto. También para aquellos que tienen miedo de perder lo que mantiene el latido de sus corazoncitos.
6o MONÓLOGO
– Humor, humo y amor. Podría ser el título de mi biografía. Siempre he intentado extrapolar mis sentimientos a la sociedad. Al fin y al cabo soy lo único que puedo usar de conejillo de indias para elaborar teorías. Te reirás pero la labor y aleatoriedad han forjado pautas que puedo explotar con lógica, imaginación y notoriedad. No es la verdad pero mola, porque tampoco es mentira. Es irá catalizada a través de letras. Instintos primitivos dibujados con belleza. Una búsqueda de lo perfecto sabiendo que lo completo se rompe. Una lucha encarnizada de la que te alejas. Pues la perspectiva en esta vida reajusta muchas realidades que quiebran la cabeza. Y si en el amor y en la guerra todo vale, tal vez sea mejor alejarse para clavar la bandera. Al fin y al cabo lo completo, se rompe. Y lo que estaba roto. Se completa.
MI MENTE RARA
Es raro. Últimamente me doy cuenta de que provoco reacciones de odio y espanto. No se lo que hago, pero salgo de fiesta y vuelvo con mal cuerpo a casa. De verdad, despierto sentimientos con mis actos. Y nunca buenos. Por lo menos entre el público femenino. Soy sincero, creo. Y no hago nada de lo que se pueda considerar malo. Y sin embargo me llevo reprimendas propias de una relación de noviazgo. Siento que se cabrean. Tanto mis amigos como ellas. Pero es eso, nada más. Una sensación. Pues nadie me dice nada.
"No, todo bien, no hay problema"
¿Entonces por qué me siento como una mierda?
Igual soy yo, que le doy muchas vueltas, pero siento que con cada decisión pierdo respeto entre "las nenas".
¿De verdad es tan malo ser sincero? ¿Dejar las cosas claras? ¿Saber en todo momento lo que haces y no poner dobles caras?
Es la sensación que tengo. Ser odioso entre las damas. Porque no puede ser que cada noche me tumbe rayado en la cama. Se lo cuento a la almohada, pero pasa. Lo escribo en el folio para así no dar la cara. Porque tiemblo. Siento que no seré capaz de parar las balas. Ni aun con mis amigas ni con los cubatas. Da igual. Da igual lo bien que me lo haya pasado porque llego a casa y solo pienso en meterme bajo las sábanas. No para dormir. Que también. Sino para que el mundo no vea el sinfín de problemas que atormentan mi cabeza como migrañas. Como digo es posible que sea yo y mis circunstancias. Pero no lo creo. Pues aún así soy presa de mis rayadas, de mis ansias. De mis ganas de sentir un cuerpo que no sea el mío en mi cama.
No sé cómo lo hago pero causo problemas que solo divisa mi mirada.
"No de verdad, no pasa nada"
¿Y entonces por qué me siento mal con cada palabra que me mandas?
Es la verdad que siento. La realidad que me atormenta. Que con cada palabra causo llagas en los sentimientos. Porque no es normal, que sin importar lo que haga, acabe yo jodido, y otro follando bajo la manta. Me fumaré un cigarro y pensaré. Igual con humo, veo lo que hay tras la ventana.