Mujeres templarias
Según Elisabeth Magnou en su artículo “”Oblación, la clase caballeresca y servidumbre en el temple en el siglo XII en sus casas””(1).los laicos que decidían unirse a una comunidad religiosa generalmente entregaban sus cuerpos para ser enterrados y su alma para que fuera salvada , para disfrutar en la vida y en la muerte de los beneficios espirituales de la comunidad en cuestión, a cambio ellos entregaban una donación de parte o de la totalidad de sus bienes y eran acogidos con la categoría de “freres” o “sórores”, es decir se auto-donaban, esta costumbre venia ya recogida en las reglas de San Fructuoso o San Benito, y durante la Edad Media se extendió por los Monasterios y las Órdenes Militares en general.
Si bien el Temple de forma clara prohibieron aceptar mujeres en la Orden, eso no quiere decir que las mujeres no formaron parte de ella, está documentado la presencia de “sórores templi”,y también en régimen de vasallaje en las Encomiendas, aunque hay muchas mas referencias en la literatura anglosajona, me voy a referir en este trabajo a aquellas de las cuales he encontrado las fuentes originales y por tanto las he contrastado documentalmente.
En la Regla Latina del Temple se regula como debe ser la relación del Caballero Templario con “otros hermanos casados” en el cap.LV, habitar en la hacienda aparte de la Casa Principal , que no debían vestir ropas blancas y en caso de muerte la viuda quede con parte de la herencia para propio sustento, y una prohibición expresa de vivir en sus casas para preservar la castidad del caballero , el capítulo LVI prohíbe expresamente a las mujeres visitar la Casa del Temple, entendiéndose esto como la Casa Principal de la Comandería.
Y el capítulo LVIII especifica la forma de admitir a caballeros seglares , es decir que no iban a llevar una vida monástica , y así continua en su regulación de la vida cotidiana .””” Os permitimos tener hermanos casados de este modo: que si piden el beneficio y participación de vuestra hermandad, la parte que le corresponda de la hacienda que tuviesen ambos, y las demás que adquiriesen, las concedan a la unidad común del Cabildo después de su muerte, y entre tanto hagan honesta vida y procuren hacer el bien a los hermanos, y que no traigan vestidura blanca. Si el marido muriese antes, deje a los hermanos su parte y la otra quede para el sustento de su mujer. Pero no consideramos adecuado que, habiendo prometido los hermanos castidad a Dios, los cofrades habiten en su misma casa”””
Esto nos aclara el error tan extendido de que en el Temple no se admitían féminas, y por el mismo texto se ve claramente lo que solo es una regulación del comportamiento que un fraile templario debía de llevar una vez ingresado en la Orden y elevado a la condición de Caballero , debiendo así someterse a su juramento de pobreza, obediencia y castidad, no se admitían mujeres en la misma calidad que el Caballero Templario como monja guerrera, pero si se admitieron mujeres como “sórores templi”.
De hecho en la nueva regla y retraits, art. 683 señala la obligación de rezar en los maitines xxx pater noster “”por nuestros hermanos y hermanas, por nuestros benefactores y benefactoras, para que nuestro Señor les conduzca hasta el bien y les conceda el Perdón””
Pero sí, se admitieron sórores en las Comanderias del Temple, separadas de la Casa Principal y de los frateres , tanto de forma física como legal, ya que las féminas eran vistas como una tentación peligrosa, sin embargo había diversas formas de entrar en el Temple para las mujeres, bien como sórores, que implicaba una vida monástica sujeta a los votos de castidad, pobreza y obediencia, otras eran las “consorores” “donadas” y “conversas”, y, también entraron mujeres en calidad de “vasallaje”.
De hecho en “ El Proceso contra los Templarios”, el Preceptor de Payens Ponzardus de Gysyaco, admite que se permitía la entrada de hermanas bajo la promesa de someterse a los votos monásticos de pobreza, castidad y obediencia
“”Los maestros que hacian a dichos hermanos y hermanas del Temple, hacìan prometer a éstas hermanas obediencia , castidad y vivir sin propiedades etc cómo prometer fé y lealtad al igual que a sus hermanas. Estas hermanas que habian entrado eran desposeídas de todo y traian otras hermanas más jovenes pensaban igual . Ellas venían a la religión para salvar sus almas y estaban de acuerdo a hacer la voluntad del maestre en el caso de tener hijos dichas hermanas, el maestro se hacía cargo de sus hijos haciéndolos hermanos en la religión. “”Le procès des Templiers de Jules Michelet”” vol.I. pag.36””
Los benefactores, o “Donat” hombre o mujer eran personas laicas externas a la Orden pero que a cambio de sus donaciones entraban a pertenecer a la Comanderia, como “traditio animae et corporis” en muchas ocasiones pidiendo ser enterrados en los cementerios del Temple; a veces eran matrimonios, y otras viudos que se convertían en defensores de la orden, y participaban en las batallas, o viudas que deseaban por una parte la protección y el amparo del temple a cambio de su servicio personal, por otra gozar de las gracias espirituales que ello implicaba, haciendo un juramento de una vida virtuosa y ejerciendo diversos trabajos para la comunidad, así las mujeres ejercían de educadoras, enfermeras, mientras que las que entraban en calidad de vasallaje tenían otras labores según su formación bien como jardineras, hilanderas, modistas, artesanas ect. Hacian “don de si mismos y de su propiedad por el amor de Dios, el perdón de los pecados y para la vida eterna”.
Estos hombres y mujeres se donaban libremente, asumiendo la plena responsabilidad de su decisión, se reservaban el disfrute o usufructo de sus bienes durante sus vidas, pero abandonando el dominio al Temple.
La diferencia entre los términos “donatus” y “confrater” viene dado puesto que, el primero puede hacer los méritos necesarios para convertirse en un miembro pleno de la Orden del Temple, es decir un caballero templario, en el caso de las damas, podían ingresar en los conventos como religiosas asumiendo las obligaciones que eran impuestas para ellas de castidad, obediencia y pobreza, los otros podían ser incorporados como “milites and terminum” es decir por un tiempo determinado.
Uno de las primeras referencias que aparecen documentadas sobre la incorporación una familia completa que se dona a la orden del temple se halla fechado el 30 de Mayo del año 1130, “Yo Guillelmus Ermengardi, y Yo Ermensendis, y nuestro hijo Raimundus Ermengardi, nos donamos “por amor de Dios, para remisión de nuestros pecados y para que Dios nos tenga misericordia , nos damos en perpetuidad a las órdenes de nuestro Maestro en Dios Hugo de Paganys.”cartulaire de la orden del temple Marquis D´Albon, ap.XXXII
Y En 1133, Azalais, una mujer de RousilIon, se entrega a sí misma y todos sus bienes a la Santa Milicia de Jerusalen, la Orden del Templo, «para servir a Dios bajo la obediencia del maestre que está allí», porque desea ser un mendigo por Cristo, al igual que él era pobre para ella, haciendo voto de pobreza, castidad y obediencia “.”cartulaire de la orden del temple Marquis D´Albon, ap.LXVIII”
Otra mujer en este caso viuda que se da a la orden del Temple aparece en el Cartulaire de Douzen, pag.22.ap.10 , fechada el 25 de Junio del año 1160,donde se certifica que Poncia Raina y su hija Guarsendis, se “donan” a los hermanos del Temple, ellas y sus “honores”, se entiende por privilegios que ellas puedan tener en la villa de Douzens, aclarando que, si muere su hija sin descendencia estos privilegios revertirán en la Santa Milicia, por lo visto ellas habían vendido tres años antes el 4 de Noviembre de 1157 un terreno que poseían en Douzenz, como así lo certifica el mismo cartulario. Cartulaire de Douzen, pag.22. no.10
En 1164 aparece otra donación de una familia al completo, Guilhem Moneris o Monnier, su esposa, su hermano Arnaud y su hermana Guillelma donan al Temple sus personas para la posteridad y todos sus bienes para ser hombres de la milicia a la que ellos pagaran 3 sueldos anualmente ,ellos confirman de esta forma la donación de sus personas hecha al Temple . Cartulaire de Douzen pag.112. nº 52.
En 1167, es un noble Raimond de Rieux, quien dona al Temple una mujer llamada Aliga junto con su hija a cambio de un precio, el detalle que sean donadas y no vendidas aclara que esta mujer y su hija estaban bajo el dominio de vasallaje y no en calidad de esclavas y este dominio pasó a la Orden, http://www.templiers.net/departements/index.php?page=59 -Las pardepartement.Comanderies
En España también está documentada la incorporación de nobles el señor Bombay y Ermengarda de Oluja, se entregaban ambos como “freire” y “soror” a la Milicia al tiempo que donaban el castillo y la villa de Vallfogona que entregaba el marido y 500 morabetines que donaba Ermengarda, Col-leció diplomática de la Casa del temple de Barverá,doc.185. en 1197 entra en la misma comunidad Titborga, hija del Caballero Templario Berenguer de Santa Coloma, y cedia a los hermanos su dominio de Casella entre los terrenos de Solivella, Sarral, Oller y Pira, col-leció diplomática de la Casa del temple de Barberá ,doc.186
En Barberá, Ermengarda ya viuda, en 1198 figuraba como Preceptora de la Comanderia de El Rourell, donde se vuelve a encontrar referencias de Titborga de Santa Coloma y de otros freires y freiras, la Comanderia del temple de vallfogona de riucorb. primera part: la creacio 1 formació del patrimoni pag.27,28
En Galicia, donde al calor del Camino de Santiago del Norte surgió la Bahilia mas importante de esa parte del Camino, la Bahilia del Burgo de Faro también acogió un cenobio de señoras, en efecto en 1201, en un documento de donación se nombra a Urraca Bermuiz, “soror milite templi” como priora de la bahilia , y, aparece comprando unos terrenos y recibiendo otros en donación, así cómo firmando el pié del documento junto al Comendador de la Bahilia y el Capellán, lo que es indicativo de que gozaba de “autoritas” es decir, de la autoridad que esta mujer tenia en la administración de los bienes. Esto está documentado en el “Archivo Histórico Nacional las signaturas: OM,Car.567,N.1 y N.2”
Resumiendo la mujer ha formado parte de la historia siempre, que esto no ha sido sino un esbozo de la aportación de las mujeres, tenemos muchísimos mas ejemplos, simplemente en nuestro país, Blanca de Castilla, Petronila de Aragón, Isabel la Católica, Santa Teresa de Jesús, sin olvidarnos de Hidelgarda Von Vingen o Santa Juana de Arco, en Europa por citar solo algunas mas.
La historia tal como la conocemos no sería tal sin la contribución femenina, sobre todo en la cultura cristiana la mujer ha tenido un protagonismo indiscutible, en el ámbito doméstico rural la mujer ha contribuido a la economía familiar, bien haciendo trabajos como hilandera, artesana de la seda, bordadora, parteras, sanadora, molinera, panadera, amas de cria, criadas, horneras, o limpiadoras y amortajadoras de cadáveres, y prostitutas como no, que cualquiera de ellas alimenta a su familia, y, ayudando a sus maridos en los campos como agricultoras, cuidadoras de animales, recogedoras de aceitunas, aunque los sueldos los cobraran ellos, no es desdeñable el papel que la mujer ha tenido en la educación tanto de sus hijos como en la de otros , no olvidemos que los niños y niñas se entregaban a las Abadesas a partir de la edad en que podían obedecer una disciplina para su educación, esta Presentación ha versado sobre el papel de la mujer guerrera, no olvidemos el papel político de la mujer a la hora de influenciar a sus maridos o amantes, y, sobre todo no olvidemos tampoco que, en esa parte de la búsqueda de la Grandeza del hombre, hay un dicho antiguo
“Al lado de todo Gran Hombre, siempre hay una Gran Mujer”
Fuensanta Santos
La autora del artículo es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España.