Tras unos dudosos años y un comienzo tortuoso, aquella propuesta que hace más de diez años me formuló el presidente Juan Carlos Heredia Puerto, de entrar a formar parte de la Unión Nacional de Escritores de España, un organismo que suma prestigio en el complicado engranaje de la cultura, especialmente de la literatura-poesía, poco a poco se fue transformando en “una realidad”. Una realidad que conllevaba una responsabilidad, especialmente después de recibir por parte de la entidad la Medalla de San Isidoro de Sevilla, máximo galardón de la misma. Ser nombrada además de delegada en Castellón y Levante, como coordinadora territorial de delegaciones. Un cargo que me hacia entrar a formar parte de la comisión adjunta a Presidencia fue una decisión definitiva en mi vida para reafirmarme y convencerme como poeta de mi capacidad para asumir la disposición y colaboración para con el organismo y su presidente.
Después llegó la propuesta, ser responsable permanente como Presidenta de Honor del Certamen Internacional sobre Discapacidad “María Fonellosa”, que actualmente cuenta con ocho ediciones (esté última vigente), con un notable éxito. Siendo valorado notablemente por su aportación a la cultura, creciendo, destacando y apoyando a los escritores que forman parte de este colectivo y difundiendo sus trabajos en su papel de difusión uno de los principales objetivos de la (UNEE).
El certamen, en mi vida y en mi papel como escritora ha supuesto todo un reto que a medida que han pasado los años ha madurado conmigo.
¿El por qué de esta decisión? Todo empezó como una invitación a hacerme cargo del concurso por parte del presidente, que nacía con la idea de dar apoyo y ser una ventana para los escritores-poetas con otras capacidades, (discapacidades), sensoriales, psíquicas o físicas. Una puerta de expresión a la creación para quienes tenían más difícil plasmar sus sentimientos en un papel, que en ocasiones resultan dolorosos especialmente en poesía, versos o narraciones que expresan los sentimientos más íntimos de su autor.” Y tomo forma la idea”, el concurso hoy Internacional de Poesía sobre Discapacidad “María Fonellosa”, que hasta la fecha me ha aportado alegrías y conocimientos sobre el ser humano y su problemática, así como el entorno en el que se desarrolla debido a sus circunstancias y su humanidad, y la respuesta de la sociedad ante su día a día.
He crecido escribiendo, he aprendido del certamen, de las personas que han participado en él y que me han mostrado mi propia discapacidad ante la adversidad. Solo me queda dar gracias a la Unión Nacional de Escritores de España, especialmente a su presidente por ayudarme a vivir la “experiencia real”, además de como poeta, de crecer a nivel personal. Enriquecerme en conocimientos, relacionarme con diversos escritores, niveles culturales y lugares.
Diversos actos culturales y encuentros con mayor o menor fortuna también han sido un incentivo marcado siempre por mi amor a la poesía durante estos años.
Hoy, y después de un escenario en mi vida de cambios, frustraciones y abandonos motivados estos por circunstancias personales e involuntarias puedo reafirmarme en mi decisión.
María Auxiliadora Fonellosa Causada
